Un estudio reciente sobre el Valle del Rift de África Oriental (EARS, por sus siglas en inglés) ha generdo interés entre la comunidad científica debido a sus posibles implicaciones geológicas a largo plazo, que señalan, podría generar un nuevo océano en el planeta, el sexto.
Este valle, que es una vasta fractura en la corteza terrestre que atraviesa múltiples países africanos, ha sido objeto de investigación durante décadas por su singularidad y su potencial para proporcionar información crucial sobre la evolución geológica de la Tierra.
Los investigadores han observado que el Valle del Rift presenta un comportamiento geológico distintivo en comparación con otras fallas continentales. A diferencia de las fisuras convencionales, donde las deformaciones suelen ser predominantemente perpendiculares al movimiento de las placas tectónicas, en el caso del EARS también se observan deformaciones paralelas a la grieta.
Este fenómeno ha desconcertado a los científicos durante años, pero investigaciones recientes han arrojado luz sobre sus posibles causas y consecuencias.
Además de las implicaciones geológicas a largo plazo, el Valle del Rift ha demostrado tener impacto inmediato en la infraestructura humana. En 2018, la aparición de una fractura en la carretera que conecta la localidad de Mai Mahiu en Kenia con Suswa, al sureste del país, sirvió como un recordatorio tangible de la dinámica geológica activa en la región.
La necesidad de evacuar a los residentes y las interrupciones en el transporte destacaron la importancia de comprender y monitorear de cerca los fenómenos geológicos en áreas de alta actividad sísmica y tectónica.
Se cree que esta superpluma, que implica el ascenso de manto caliente desde las profundidades de la Tierra, podría estar generando fuerzas que contribuyen a la expansión del Valle del Rift y, eventualmente, a la formación de un nuevo océano.
Además, estudios recientes han confirmado que las fuerzas de flotabilidad litosférica, responsables de las deformaciones perpendiculares a la grieta, también están impulsando el proceso de separación continental.
Estos hallazgos representan un avance significativo en nuestra comprensión de los procesos geológicos que moldean nuestro planeta y subrayan la importancia de continuar investigando fenómenos geológicos como el Valle del Rift para anticipar y comprender mejor los cambios geológicos a largo plazo.