Eran las 1:18 horas cuando la misión Colmena abandonó la Tierra para emprender un largo viaje con destino a la Luna, pues tendrán que pasar 43 días antes de que el proyecto, impulsado por la UNAM, toque superficie lunar, en donde pasará 10 días haciendo pruebas de todo tipo que serán claves para que el hombre vuelva a la Luna y, la mujer, la pise por primera vez. ¡Así lució el despegue!

Con todos los pronósticos a su favor, el despegue de la misión Colmena se realizó con éxito. En punto de los primeros instantes de este lunes, 8 de enero, personal de la NASA, preparó el lanzamiento de la nave Peregrin, en el que se encuentran los cinco micro robots y el módulo de despliegue “TTDM”, así como otros tipos de cargas útiles, que se encargarán de estudiar la naturaleza del ambiente lunar.

El despegue se llevó a cabo nada más y nada menos que desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida; Peregrin fue impulsada por el cohete Vulcan Centauro.

De acuerdo con la información que tanto la NASA como la UNAM han proporcionado, Colmena aluzinará el viernes 23 de febrero y, cuando su llegada a la Luna sea un hecho, comenzará con una vasta investigación que traerá de vuelta a la Tierra una compilación de datos relacionados a comprender con mayor precisión los procesos y evolución del satélite, sentando las bases para que la exploración humana en la Luna se vuelva una constancia.

La participación de México en esta misión, que la propia agencia estadounidense ha denominado como “el primer lanzamiento robótico comercial”, marca un hito en la colaboración que Latinoamérica ha hecho en términos de investigación espacial, pues es la primera misión rumbo a la Luna a la que interviene. De hecho, fueron alrededor de 250 estudiantes de la UNAM y el IPN que colaboraron en la creación de los cinco micro robots que ya están camino al sátelite natural.

Gustavo Medina Tanco, del Laboratorio de Instrumentación Espacial de la UNAM (LINX), exaltó la relevancia de que México partícipe en el programa espacial “Artemisa”, que tiene como objetivo llevar a la primera mujer y regresar al hombre a la Luna, pues en un comunicado explicó que nos encontramos en una era de “revolución” espacial, en la que las agencias espaciales buscan conquistar al “Nuevo Espacio”, pues se convertirá en una fuente potencial socioeconómica.

Este es sólo el principio de una larga colaboración entre la UNAM y la NASA, pues en 2027 y 2030 se tiene programados otros dos despegues con destino a la Luna, en el que viajarán más prototipos elaborados por universitarios, armados en el LINX.