Productos del campo escasos y caros

Por Sergio Mejía Cano

En diversos medios informativos y portales de internet se da la nota de que el encarecimiento del jitomate o tomate se debe a la escasez generada por el frio y de que los agricultores temieron, por lo mismo, sembrar como era debido, ya que aparte de los frentes fríos que se avecinaban existió el factor de la falta de lluvias que no fueron de lo más óptimo para la siembra. Y ahora se informa que también la cebolla está llevando el mismo destino.

Le pregunto a un locatario del mercado Juan Escutia que qué más está caro, me responde qué no está caro hoy en día, señala la papa y comenta que también está cara, el pepino igual y en sí, la mayoría de lo que vende ha subido considerablemente de precio.

Queda claro que el pasado temporal de lluvias no fue de lo más óptimo para el campo. Se ha documentado que de acuerdo a los expertos esto lo causó el denominado “fenómeno del niño”, así como las heladas subsecuentes y más, porque los frentes fríos no dejarán de hacerse presentes; aunque se vaticina que el próximo mes de febrero traerá varias lluvias en algunas entidades del país.

Ahora ha sido el jitomate o como se le conoce en algunas partes como tomate el que se ha escaseado y por ende encarecido; sin embargo, alguna vez fue y ha sido el aguacate, en otros tiempos el limón, el chile en algunas de sus especies y por lo regular en algunas otras frutas, verduras y legumbres, así como otros productos ya comercializados, casos en los que posiblemente haya algún tipo de especulación u ocultamiento de diversos productos ya sea del campo o de la industria alimenticia y de otro tipo de comercio en sí.

Quizás alguien recuerde aquella vez, más o menos en las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado cuando de un día para otro dejó de venderse en tiendas de abarrotes y centros comerciales el café soluble de una marca muy conocida y por ende la que más se vendía. No se encontraba ese café en ningún lado; sin embargo, de pronto se comenzó a vender en las calles ofrecido por vendedores ambulantes que tenían sus tendidos en las banquetas y en las esquinas de las calles en varias ciudades del país. Y luego pasó lo mismo con una pasta dental también muy conocida, producto que al igual que el café soluble, raramente nada más se podía conseguir en las calles.

En aquellos años nada más rifaban por lo menos dos marcas de café soluble, si acaso tres; pero la preferida por el público consumidor era la que había desaparecido del mercado. Y con la pasta o crema dental si bien había varias otras marcas y hasta más económicas, la marca que despareció en aquellos días era también la más conocida y de preferencia de los consumidores. Al tiempo todo se corrigió y ya no se dio un caso similar, y menos ahora en que ya hay infinidad de marcas tanto de cafés solubles como de pastas o cremas dentales.

Y quizás también se acuerde alguien cómo al principio de la pandemia a finales del año 2019 mucha gente comenzó a acaparar el papel sanitario a tal grado de que comenzó a escasear considerablemente; hubo medios informativos que documentaban cómo mucha gente se llevaba muchos paquetes de papel sanitario sin ninguna razón aparente, nada más por un tipo de psicosis emprendida por alguien nada más para hacer la mosca chillar o generar algún tipo de aumento en su precio o simplemente para especular con este producto con algún fin determinado.

Cuando el limón se encareció considerablemente poco antes del año 2010, de todos modos, llegaban camionetas cargadas de limón persa al mercado de abastos de la colonia Santa Teresita, al poniente de la capital nayarita. Al preguntarle a los proveedores o encargados de la venta de este limón el porqué si estaba escaso, entonces de dónde lo sacaban o traían, a lo que por lo regular respondían que sí había, pero muy caro. Entonces, ¿lo acaparaban a propósito para mantener el precio caro? He ahí un dilema incontestable.

El encarecimiento de productos del campo o de la industria podría deberse en muchos casos a acaparamiento para generar un tipo de especulación en cuanto a subir los precios; claro que existe la posibilidad de que sea por cambios climáticos, faltas de lluvias, frentes fríos, etcétera; pero también es muy probable que cuando escasean algunos productos se deba para mover el mercado de alguna forma, tal y como ha sucedido con el huevo y ahora con el jitomate, con el aguacate, el limón, etcétera. Todo, gracias a las nuevas tecnologías que hay hoy en día para su conservación y, por ende, su almacenamiento.

Sea pues. Vale.