La diputada del PRI en el Congreso de la Ciudad de México, Mónica César Fernández, salió a defender el sentido de su voto a favor de ratificar a Godoy Ramos en la Fiscalía de la CDMX tras ocho días de silencio

Mónica César Fernández, la diputada local del PRI que votó por la ratificación de Ernestina Godoy en la Fiscalía capitalina, defendió el sentido de su determinación y acusó al líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, “Alito”, de convertirse en un “dictador” dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En un comunicado emitido ocho días después de su polémica votación, la legisladora del PRI rechazó que haya cambiado el sentido de su voto por amenazas de Morena o de la Fiscalía capitalina y denunció que las únicas presiones que recibió para votar de cierta forma el pasado 8 de enero fueron las del propio “Alito” Moreno.

Hoy reitero, que no cederé más a presiones que ni siquiera vinieron de otro partido; sino desde la propia dirigencia de Alejandro Moreno Cárdenas. No me doblarán amenazas ni ataques de desprestigio, por no seguir las órdenes de un dictador; me niego a ser un títere político de alguien que no ve por las necesidades de los representados.

Agregó que ante dichas presiones, ella decidió ejercer su voto en el Congreso de la Ciudad de México de manera libre y democrática y sin temor a represalias o censura.

Por lo anterior, reiteró que se mantiene firme en determinación y no acatará más las órdenes de un dictador partidista, aunque se haya anunciado su expulsión del PRI.

El voto por el cual, hoy el dirigente Alejandro Moreno Cárdenas, me tacha de traidora, no es más que el reflejo del rechazo a seguir línea, órdenes y condiciones, que buscan favorecerlo a él solamente, y a sus lacayos.

A propósito de su presunta cercanía con Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, ex líder del PRI procesado por el delito de trata de personas y cuya liberación solicitaba el partido tricolor, según la ex Fiscal Godoy Ramos, la diputada Mónica César Fernández advirtió que su escaño en el Congreso capitalino “no se la regaló nadie”.

Añadió que tiene una militancia de 25 años en el PRI, por lo que no es una legisladora improvisada y no logró el cargo por sumisión ante los liderazgos priistas de la capital.

“No soy una legisladora improvisada. Soy una legisladora, producto del trabajo y no del privilegio; a mi no me regalaron nada. Soy una legisladora cercana a la gente y para la gente. La sumisión no fue lo que me llevó a ocupar una curul en el Congreso Capitalino, como sí sucedió en otros casos”, sentenció.

Para justificar su voto por la ratificación de Ernestina Godoy, la legisladora del PRI dijo que cree en las instituciones y que aún cuando hubo “errores y omisiones” en la gestión de la hoy ex fiscal, cambiar el modelo de procuración de justicia en la Ciudad de México “es una labor titánica”, por lo que no podía “dar la espalda a una obligación constitucional!” ni tampoco impedir el desarrollo de la Fiscalía.

Se me eligió para responder ante los intereses de las y los capitalinos, no de una persona”, dijo en alusión a “Alito” Moreno.

Sobre su expulsión del PRI, Mónica Fernández César reiteró que “es mujer de una sola pieza”, por lo que no renunció al PRI, sino que fue expulsada del que era su partido.

“Yo no renuncio al Partido Revolucionario Institucional, me expulsa el partido de Alejandro Moreno, que ha convertido a nuestro instituto político en la burla y decadencia de la justicia social; me expulsa Alejandro Moreno, quien no conoce el respeto a la libertad de expresión, que incluye mi libertad y derecho a ejercer mi voto como representante popular en el Congreso de la Ciudad de México; sin temor a represalias o censura”, concluyó.