Moscú calificó de ‘acto terrorista’ ucraniano el derribo del avión de transporte militar Ilyushin-76 en la región suroccidental rusa de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania.
Un alto legislador ruso dijo que la inteligencia militar ucraniana recibió un aviso 15 minutos antes de que un avión de militar ruso que transportaba prisioneros de guerra ucranianos entrara en la zona donde fue derribado el miércoles.
Rusia acusa a Ucrania de derribar el avión, matando a las 74 personas que iban a bordo, entre ellas 65 soldados ucranianos capturados que iban a ser canjeados por prisioneros de guerra rusos. Ucrania no ha confirmado ni desmentido la afirmación rusa, pero exigió una investigación internacional.
“La parte ucraniana fue advertida oficialmente, y 15 minutos antes de que el avión entrara en la zona se les dio información completa, que recibieron y la Dirección Principal de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Ucrania confirmó haber recibido“, dijo Andrei Kartapolov a sus colegas legisladores, según el partido gobernante Rusia Unida.
“Todos sabemos muy bien lo que ocurrió después”, añadió Kartapolov, exgeneral estrechamente vinculado al Ministerio de Defensa y actual presidente de la Comisión de Defensa del Parlamento ruso.
Su afirmación contradijo directamente la declaración de la inteligencia militar ucraniana de que Rusia no le había informado sobre los preparativos del vuelo.
Las versiones contradictorias de ambas partes son una característica cotidiana de una guerra que se acerca al final de su segundo año. Pero lo que está en juego es especialmente importante en relación con el incidente del miércoles, el más mortífero de este tipo ocurrido en territorio ruso reconocido internacionalmente.
Moscú calificó de “acto terrorista” ucraniano el derribo del avión de transporte militar Ilyushin-76 en la región suroccidental rusa de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo el miércoles que es necesaria una mayor claridad sobre lo sucedido, sobre todo en lo que se refiere a quién iba a bordo, y acusó a Rusia de “jugar con las vidas de los prisioneros ucranianos”.
El defensor del Pueblo ucraniano, Dmytro Lubinets, se hizo eco de esta petición el jueves
“En cuanto a una investigación internacional, creo que haremos lo que esté en nuestra mano para que se lleve a cabo. Pero estoy convencido de que […] los rusos harán declaraciones a bombo y platillo, pero no dejarán entrar a nadie. No entregarán ningún material para su análisis y se limitarán a culpar a Ucrania”, afirmó Lubinets a la televisión nacional.
Rusia tiene acceso exclusivo al lugar del accidente, donde las imágenes de televisión mostraron restos esparcidos por campos nevados. Su agencia estatal de noticias, TASS, declaró que se habían recuperado las cajas negras del avión y que se trasladarían a Moscú para ser examinadas en un laboratorio del Ministerio de Defensa.
La agencia de inteligencia militar ucraniana GUR confirmó el miércoles que estaba previsto un intercambio de prisioneros de guerra, pero dijo que no se le había comunicado cómo llevaría Rusia a los prisioneros al punto de entrega.
También afirmó que no se había pedido a Ucrania que garantizara la seguridad del espacio aéreo en torno a Belgorod, a diferencia de lo acordado en anteriores canjes.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tenía previsto reunirse el jueves a las 22:00 horas (GMT) en respuesta a la petición rusa de celebrar una reunión para determinar “las razones del acto criminal ucraniano“.