Fernando Gago y las Chivas no estuvieron a la altura del Clásico Nacional. Se achicaron ante su acérrimo rival en casa y lo pagaron caro. América jugó a placer y se llevó la ventaja (0-3) del estadio Akron.

Ante un marco de 43 mil 111 espectadores, las Águilas pegaron en el primer round de los Octavos de Final de la Concacaf Champions Cup. Un auténtico baile.

Con línea de cinco y poca ambición por hacer daño, así comenzó Gago su primer Clásico de México; sin embargo, su escudo se rompió a los 15 minutos. Un penalti de Eduardo Torres sobre Julián Quiñones, que el mismo colombiano hizo válido, puso adelante a los de Coapa.

La afición del Rebaño, más preocupada por abuchear a Cristian Calderón que por alentar, pudo emocionarse en par de ocasiones, pero nada más. Su equipo seguía sin despertar. Alan Mozo preocupado por pegar, Victor Guzmán perdido y Roberto Alvarado solo en una lucha incesante.

Eduardo Torres se fue expulsado al minuto 60 y todo terminó para el Guadalajara. Diez minutos después, Diego Valdés puso el 2-0 en una gran jugada de los azulcrema. Fernando Gago mandó al terreno de juego a Javier Hernández y Cade Cowell, pero fue demasiado tarde. Nada pudieron hacer.

Por si faltaba algo, en el tiempo agregado Henry Martín convirtió el marcador en goleada con un cabezazo. Las Águilas de André Jardine dieron cátedra de buen futbol y de cómo jugar Clásicos. Desde la llegada del brasileño, no han perdido ninguno.

América pegó primero, pero a esta batalla aún le quedan 90 minutos en el Estadio Azteca. Misión casi imposible para un Rebaño desahuciado.