Papelito habla
Por Sergio Mejía Cano
Están subiendo a la red social de Facebook un video en donde aparece el diputado federal, Jorge Armando Ortiz Rodríguez (Fugio), en una conferencia de prensa que ofreció el día de ayer, 10 de abril del año en curso, haciendo una denuncia en contra de la empresa concesionaria de los ferrocarriles, Ferromex, porque personal enviado por esta empresa ferroviaria están destruyendo las casas habitación de trabajadores y extrabajadores ferrocarrileros en la estación de Compostela, Nayarit.
En dicha conferencia el diputado federal muestra unas fotografías en donde se ven los daños causados a dichas viviendas, diciendo que en esos mismos momentos en que está dando la conferencia de prensa, es el momento en que siguen destruyendo las posesiones de los propietarios de esos predios.
Hará cosa de unos cinco años en que Ferromex pretendió hacer lo mismo ahí en Compostela, Nayarit; sin embargo, gracias a la unión de los habitantes, apoyados por organizaciones de extrabajadores ferroviarios la maniobra se detuvo, pero hoy les llegaron por sorpresa con maquinaria pesada destruyendo las fincas que, por decreto presidencial emitido en el año 2005 por el entonces presidente de la República, Vicente Fox Quesada, se les concedió en propiedad a quien o quienes estuviesen habitando las antiguas casas de los trabajadores del Departamento de Vías y Estructuras de la otrora orgullosa ruta de la costa occidental, el Ferrocarril del Pacífico (FCP), que devengó en junio de 1987 a denominarse en lo sucesivo como Ferrocarriles Nacionales de México (FERRONALES).
Lo mismo o algo parecido ocurrió en la estación ferroviaria de Ahuacatlán, Nayarit, casi al mismo tiempo que aquella ocasión de lo ocurrido en Compostela, pero de inmediato los habitantes de las casas que Ferromex pretendía derrumbar, así como vecinos del entorno se opusieron firmemente mostrando documentos de propiedad y también de la concesión que les había dado desde hacía muchos años el FCP, mediante el Departamento de Ingeniería, cuya única condición para otorgarles el derecho de un predio dentro del derecho de vía del ferrocarril, era que, si la empresa ferroviaria, el FCP o FERROANES, requería de nuevas instalaciones en esos predios, entonces les sería revocada esa concesión.
Y he aquí el dilema, ya que como se dice líneas arriba de que en el año 2005 el entonces presidente, Vicente Fox, mediante un decreto presidencial les otorgó en propiedad las casas construidas dentro del derecho de vía, cuando se concesionaron los ferrocarriles nacionales a la empresa Ferromex, en la concesión se estipuló claramente que en dicha concesión no se contemplaban las casas habitación ya construidas, dentro del derecho de vía, es decir, dentro de los terrenos del mismo ferrocarril ni las salas de espera ni restaurantes de las estaciones, así como las bodegas de flete exprés y de carga de menos de carro entero, a lo largo de la línea férrea y tan ni siquiera en caso de construir nuevas instalaciones a la empresa concesionaria, pues se les entregó toda el área operativa correspondiente.
De hecho, Ferromex en vez de requerir de más instalaciones operativas, muchas de ellas las ha eliminado, pues la mayoría de las estaciones quedaron abandonadas, así como vías auxiliares unas denominadas como laderos o escapes y otras como espuelas que entraban a diversas industrias para carga y descarga de los productos de estas industrias.
Ahora trabajadores activos o jubilados o pensionados que se quedaron a radicar en algunas de las ciudades y poblaciones por donde pasa la vía troncal ahora en posesión por concesión de Ferromex, dicen que no nada más las estaciones que quedaron abandonadas se están destruyendo por sí solas, sino también estaciones como la de Culiacán, Sinaloa, que afirman ya casi está en ruinas o como la de Tepic, Nayarit, en donde se utiliza ya nada más alguna parte de la planta baja, porque la planta alta está desocupada y ya casi en ruinas. Y esto debido a que, con la nueva tecnología del internet, ya no se ocupan tantos empleados como antaño, pues la documentación de los trenes y otras cosas se manejan ahora electrónicamente.
En cuanto a la invasión de Ferromex, para derrumbar las viviendas que oficialmente ya son propiedad de sus habitantes, pues papelito habla, las autoridades correspondientes deberán tomar cartas en el asunto, revisando toda la documentación requerida para que comprueben que Ferromex no tiene ningún derecho para despojar a estas personas de su legítima propiedad.
Sea pues. Vale.