Los creadores de Life2vec, la calculadora de muerte inventada por científicos estadounidenses y daneses, advirtieron sobre una nueva amenaza para aquellos que buscan conocer su fecha de defunción.
De acuerdo con el medio estadounidense Metro, los creadores de Life2vec están al tanto de cuentas de redes sociales falsas y al menos un sitio web fraudulento que pretende ofrecer servicios similares, pero que en realidad son engañosos y potencialmente peligrosos.
Life2vec utiliza tecnología avanzada, como ChatGPT, para predecir la fecha de fallecimiento de una persona basándose en detalles específicos de su vida, como ingresos, profesión, lugar de residencia e historial médico, lo que podría representar riesgos para la privacidad y la seguridad de los datos personales.
Sin embargo, más allá de los piratas informáticos y el robo de datos personales, los creadores de esta tecnología también detectaron algo espeluznante, y es que la calculadora logra predecir correctamente la esperanza de vida en un 78 por ciento de las ocasiones.
Life2vec, que fue presentado en diciembre, aún no está disponible para el público en general ni para las corporaciones, ya que el software se encuentra almacenado en Statistics Denmark.
El equipo de Lehmann utilizó un algoritmo de IA para analizar una muestra diversa de 6 millones de daneses, abarcando diferentes géneros y edades, durante el período comprendido entre 2008 y 2020.
Su objetivo era predecir qué individuos probablemente vivirían al menos cuatro años más allá del 1 de enero de 2016, proporcionando información específica a cada participante del estudio.
Utilizando esta información, Life2vec logró predecir con precisión quién habría fallecido en 2020 en más del 75 por ciento de los casos, es decir, el pronóstico de la fecha de vencimiento de una persona no fue simplemente una cuestión de azar, sino el resultado de un análisis detallado basado en datos concretos.
Tras arrojar datos tan precisos, la empresa insistió en que el propósito de la tecnología no era satisfacer la curiosidad morbosa sino más bien “comprender lo que es posible o no predecir”.