Un aparente caso de corrupción e impunidad

Por Sergio Mejía Cano

Tal vez el asunto de la señora María Amparo Casar Pérez, respecto a una pensión por viudez, aparentemente mal habida, seguirá dando mucho de qué hablar durante buen tiempo, pues se ha informado que un juez ordenó a Pemex seguir pagando esa pensión, así como los meses que se le suspendió el pago. Se dice que es una pensión anómala porque el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, afirmó fehacientemente en una de las conferencias matutinas que ofrece el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que dicha pensión no le corresponde legalmente a la señora Casar Pérez, porque su esposo se había suicidado y no accidentado.

En cuanto el actual director de Pemex, Romero Oropeza dio a conocer que esa pensión no le correspondía a la ahora viuda, de inmediato varios analistas políticos, periodistas, comunicadores, pseudo intelectuales y toda una gama de “gente de bien” pusieron el grito en el cielo, sobre todo cuando en la misma conferencia se dieron a conocer datos personales de la señora María Amparo Casar e incluso, hasta firmaron un desplegado en señal de protesta por haber exhibido a esta señora que cobró durante casi 20 años, y al parecer seguirá cobrando 125 mil pesos mensuales, así como haber cobrado también ilegítimamente un seguro de vida del esposo que se suicidó, de alrededor de 17 millones de pesos.

Se dice coloquialmente que si tiene plumas de pato, patas de pato, pico de pato y si grazna o parpa como pato, pues entonces es pato; así que tal y como lo informó en su momento el señor Romero Oropeza, la señora Casar Pérez no tenía ni tiene derecho a haber cobrado tanto el seguro de vida como la pensión, porque está plenamente establecido que la pensión se da solo en caso por muerte por accidente o cualquiera otra causa, excepto por muerte inducida por propia mano, es decir, por suicidio y, que por lo mismo, según Romero Oropeza, no se explica por qué también se le pagó el seguro de vida, pues por lo regular en los pagos por seguros de vida, establece lo mismo como en el caso de la pensión.

Pero como se ha señalado en diversos medios informativos, así como analistas en las redes sociales, de que cómo es posible que una persona con apenas cuatro meses de servicio en Pemex tuviera derecho su viuda o familiares a una pensión tan alta y, lo más raro, es que posiblemente no sea la única pensión parecida, pues se dice que según investigaciones de algunos periodistas, hay más pensiones de este tipo, a las que se les denomina como “doradas”; obviamente que son pensiones de las que nada más funcionarios, políticos o cualquier servidor público de altos vuelos pueden disfrutar, porque para el pueblo de a pie son muy difíciles o imposibles de conseguir pensiones de tal tipo.

Y a propósito de pensiones o jubilaciones doradas entre la élite política, en su momento fue muy comentada la jubilación que había recibido el señor José Ángel Gurría Treviño por haber trabajado prácticamente un año, de 1993 a 1994 en Nacional Financiera (Nafinsa), por lo que cobró, se documentó en aquellos años, una millonaria suma por concepto de jubilación. Pero si se le escarbara más a fondo se descubrirían infinidad de pensiones o jubilaciones de miles de pesos de las que gozan exfuncionarios o funcionarios aún en activo.

Volviendo a la señora Casar Pérez, según se dice que el juez adujo que ordenó seguir dando la pensión a la viuda porque si no quedaría sin medios para subsistir; sin embargo, el mismo AMLO dijo en su conferencia de ayer martes, que la señora María Amparo Casar gana 270 mil pesos mensuales en su cargo como presidenta de la agrupación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, pero además, según los enterados, la señora Casar Pérez también percibe determinadas cantidades económicas como conferencista en los programas televisivos en los que participa, así como tener más entradas de dinero debido a publicaciones en algunas revistas.

Y vaya paradoja al representar esta señora a una organización que se dice contra la corrupción y la impunidad, siendo que la señora Casar, al darse a conocer la aparente corrupción en la incurrió al recibir una pensión que no debería tener, de acuerdo a lo señalado por Octavio Romero y, de que en caso de que todo quedara en puro ruido mediático y a pesar de demostrarse como ya se hizo, de que no tiene derecho a la pensión de Pemex y que siguiera cobrando como si nada hubiera pasado, entonces sería una integrante más de la impunidad que ha imperado, infortunadamente en nuestro país.

Sea pues. Vale.