La presencia de condiciones médicas adicionales como la esclerosis sistémica, la diabetes mellitus y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta afección.
Al menos un 40% de la población adulta mexicana padece reflujo gastroesofágico, según cifras de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, una enfermedad que, de no ser tratada adecuadamente puede derivar en cáncer, advirtió este martes el especialista Marco Antonio Gordillo Morath.
“El reflujo gastroesofágico representa un desafío cada vez más común para la salud digestiva de la población mexicana. Cada vez es más común diagnosticar pacientes con reflujo e, incluso, se estima que la tasa de incidencia se duplique en los próximos años”, dijo en una conferencia de prensa el experto en cirugía endoscópica y gastrointestinal.
Además, abundó, la presencia de condiciones médicas adicionales como la esclerosis sistémica, la diabetes mellitus y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta afección.
El especialista explicó que la enfermedad por reflujo gastroesofágico ocurre cuando el ácido estomacal fluye regularmente hacia el esófago, lo que provoca irritación en su revestimiento y se manifiesta en síntomas como acidez, regurgitación y dolor torácico.
Entre los principales síntomas están la pirosis, que es la sensación de quemadura en la parte media y superior del pecho, la regurgitación, es decir, el retorno de los alimentos desde el esófago a la boca y la disfagia, que es la dificultad para tragar.
El experto afirmó que los pacientes con reflujo pueden diagnosticarse mediante la medición del pH esofágico o la detección de lesiones o esofagitis.
De acuerdo con algunos estudios, citó, el 70% de los pacientes no presentan lesiones en el esófago, pero si el padecimiento no se trata oportunamente puede llegar a afectar gravemente esta área e, incluso, derivar en cáncer esofágico.
Por ello, resaltó la importancia de utilizar técnicas de diagnóstico precisas para identificar el reflujo de manera temprana y ofrecer un tratamiento adecuado a los pacientes.
En este sentido, la endoscopía se posiciona como una herramienta fundamental que permite visualizar directamente el estado del esófago y detectar posibles complicaciones asociadas al reflujo.
Se prevé un aumento en el uso de la endoscopia en México para identificar y evaluar el grado de daño esofágico causado por el reflujo.
Y explicó que “este crecimiento se deberá, en parte, al aumento en la demanda de atención médica especializada y a la mayor disponibilidad de equipos y profesionales capacitados en esta técnica”.
Para abordar eficazmente el diagnóstico y tratamiento del reflujo gastroesofágico, dijo, es fundamental contar con centros médicos especializados y de alta calidad.
“Un enfoque multidisciplinario y la tecnología de vanguardia permiten ofrecer atención integral a pacientes con enfermedades gastrointestinales, incluyendo el diagnóstico y tratamiento del reflujo gastroesofágico”, remarcó.
EFE