El alemán Alexander Zverev, número 4 mundial, accedió por primera vez en su carrera a la final de Roland Garros tras imponerse en su semifinal al noruego Casper Ruud (7º) por 2-6, 6-2, 6-4 y 6-2, en París.
Fue además una revancha perfecta para Zverev, que había perdido ante el mismo rival, en la misma ronda y en la misma pista en el Roland Garros del año pasado.
En la final del domingo, el tenista de Hamburgo tendrá enfrente a otro jugador que nunca antes jugó el último partido del único Grand Slam sobre tierra batida, el español Carlos Alcaraz (3º), que superó en cinco sets al próximo número 1 mundial, el italiano Jannik Sinner.
Pero si bien Alcaraz ya ganó a sus 21 años dos títulos del Grand Slam (Estados Unidos 2022, Wimbledon 2023), Zverev, de 27 años, nunca pudo conquistar un ‘grande’ y lo más cerca que estuvo fue en la única final que disputó, la que perdió en el Abierto de Estados Unidos de 2020 ante el austríaco Dominic Thiem.
En Roland Garros, Zverev venía de encadenar tres derrotas en semifinales en los últimos años, pero esta vez consiguió dar un paso más allá, precisamente en una edición a la que llegó con altas expectativas después de conquistar el Masters 1000 de Roma en mayo y de empezar a lo grande en la capital francesa, derrotando en tres sets al español Rafa Nadal, catorce veces campeón del torneo, aunque alejado de su mejor nivel por sus problemas con las lesiones en las dos últimas temporadas.
En el choque ante Ruud demostró además capacidad de concentración después de perder con contundencia el primer set (6-2). Gestionó bien la adversidad y se reencontró con su mejor versión para apuntarse tres mangas seguidas con relativa autoridad.
Su triunfo llegó por lo tanto con mucho menos sufrimiento que el que logró en la tercera ronda ante Tallon Griekspoor (25º) o el de los octavos de final contra Holger Rune (13º), ante los que tuvo que invertir cinco sets.
Para el noruego Ruud, que había pasado a semifinales sin jugar por la baja por lesión antes del partido del serbio Novak Djokovic, esta eliminación supone un paso atrás, después de haber sido subcampeón en las dos anteriores ediciones de Roland Garros.