La Chang’e-6, que emprendió su viaje hace varios meses, logró recolectar 2 kilogramos de regolito lunar rocoso de la cuenca Aitken del Polo Sur lunar.
Esta área, de gran interés científico, es en gran parte inexplorada y se espera que las muestras proporcionen valiosa información sobre la historia temprana del sistema solar.
Los científicos están particularmente interesados en estudiar estos materiales para obtener pistas sobre la formación temprana de la Luna y la posibilidad de encontrar agua en el polo sur lunar, un recurso crucial para futuras colonias humanas.
La cuenca Aitken, un gigantesco cráter de 2,500 kilómetros de ancho, se formó hace aproximadamente 4,260 millones de años, mucho antes que otros cráteres lunares que surgieron durante el evento conocido como “fuerte bombardeo tardío”. Las muestras recolectadas podrían revelar detalles esenciales sobre estos primeros períodos de formación lunar y, potencialmente, sobre la existencia de agua congelada en esta región.
La misión Chang’e-6 presentó desafíos técnicos significativos, ya que ninguna señal de radio de la Tierra puede llegar directamente a la cara oculta de la Luna. Este reto fue superado mediante el uso de satélites de retransmisión, permitiendo así la comunicación entre la sonda y el equipo en Tierra.
El éxito de esta misión ha sido elogiado por el presidente chino Xi Jinping, quien destacó la importancia de este logro en el camino de China para convertirse en una potencia líder en la exploración espacial. Chang’e-6 es la sexta de ocho misiones en el ambicioso programa lunar de China y la segunda vez que una nave china aterriza en la cara oculta de la Luna. Sin embargo, es la primera misión que regresa a la Tierra con muestras.
Mirando al futuro, China planea continuar su exploración lunar con el lanzamiento de Chang’e-7 en 2026 y Chang’e-8 en 2028. Esta última misión tiene como objetivo probar las tecnologías necesarias para establecer una base tripulada en el polo sur de la Luna para el año 2030, en una región donde se cree que abunda agua congelada, un recurso vital para la vida humana en el espacio.
Con la exitosa conclusión de la misión Chang’e-6, China no solo ha dado un paso adelante en la exploración lunar, sino que también ha fortalecido su posición como un actor clave en la carrera espacial internacional.