El creciente uso de drogas psicodélicas con fines terapéuticos o en retiros espirituales supone un riesgo para la salud pública, pues no hay certezas médicas sobre sus beneficios

La ONU destacó en su Informe Mundial sobre Drogas 2024 que el número de consumidores de estupefacientes ha crecido en los últimos diez años, y que al mercado están llegando más opioides sintéticos que suponen una grave amenaza para la salud pública.

La aparición de nuevos opioides sintéticos provocaron un aumento de las muertes por sobredosis y dificultaron la lucha contra las drogas en todo el mundo, ya que muchos usuarios de nuevas sustancias psicoactivas consumen nitacenos, opioides más potentes aún que el fentanilo, con cifras de sobredosis especialmente altas en América, Europa Occidental y Oceanía. 

¿Qué son los nitacenos?

Los nitacenos son más baratos de producir que la heroína, no se necesitan grandes cantidades para su consumo y tiene más potencial adictivo.

Su consumo se produce muchas veces por desconocimiento, al confundirlos con otros estupefacientes como la heroína o como adulterante.

La expansión de nitacenos coincidió con la prohibición de la adormidera en Afganistán, que llevó a una caída del 74 % de la oferta mundial de opio y dejó a Birmania como el mayor productor mundial de esa droga.

El documento de la ONU también detalla que la cocaína es la droga cuyo consumo más crece. Su producción alcanzó un nuevo récord en 2022, con 2 mil 757 toneladas de droga pura, un 20 % más que el año anterior, y el triple de los volúmenes de 2013 y 2014.

En este contexto, remarca el informe, el aumento de enfrentamientos entre bandas criminales y la violencia letal en las rutas de contrabando o producción, como Ecuador, México, Colombia y países de los Balcanes, y en los países de consumo, como los de Europa Occidental. 

Diversificación del narcotráfico

Los narcotraficantes amenazan cada vez más la seguridad y la estabilidad medioambiental al ampliar sus actividades ilícitas a nuevos ámbitos, como el contrabando de especies silvestres, la extracción ilegal de recursos naturales o el fraude financiero.

Los grupos más vulnerables, como las mujeres y los migrantes, son las principales víctimas de esta inestabilidad.

A veces son obligadas a recurrir al cultivo del opio o a la extracción ilegal de recursos para sobrevivir, endeudándose con grupos criminales o consumiendo drogas

En las zonas fronterizas, en especial, en el Triángulo Dorado -Birmania, Laos y Tailandia-, y en el cruce de fronteras entre Argentina, Brasil y Paraguay, el impacto en las comunidades locales es todavía mayor.

Legalización del cannabis

Según la directora ejecutiva de la ONUDD, Ghada Waly, “la producción, el tráfico y el consumo de drogas continúan exacerbando la inestabilidad y la desigualdad, al tiempo que causan daños indecibles en la salud y el bienestar de las personas”.

El informe aborda la legalización del cannabis para uso recreativo en Canadá, Uruguay y varios estados de Estados Unidos, al estimar que hay indicios de que ha impulsado su consumo nocivo.

En Canadá y Estados Unidos han aumentado las hospitalizaciones relacionadas con el consumo de cannabis -sobre todo entre jóvenes-, los trastornos psiquiátricos y los intentos de suicidio asociados al consumo habitual, afirma el documento.

Un total de 292 millones de personas consumieron drogas en 2022, de los que el 78 % utilizaron cannabis.

Renacimiento de drogas con fines espirituales

El consumo de psicodélicos también está creciendo rápidamente para fines terapéuticos, en retiros espirituales, viajes o festivales relacionados con movimientos de espiritualidad.

Estas actividades, alerta la ONU, son organizadas tanto por empresas que actúan en países donde el consumo es legal como por grupos ilícitos que “promueven un uso no supervisado, cuasi terapéutico y no médico”, en medio de lo que la ONU llama un “renacimiento psicodélico”, con un renovado interés por sustancias como el LSD, el MDMA o la ketamina.