Las várices son venas dilatadas que se hacen visibles en la piel, generalmente en las piernas, y a menudo presentan un tono morado o azulado debido a la acumulación de sangre en estos conductos. Los especialistas explican que las venas tienen válvulas que regulan el flujo sanguíneo hacia el corazón, y cuando estas válvulas se debilitan o dañan, la sangre se acumula en las venas.

Para hacerle frente a las várices una de las opciones es mediante la alimentación y en este caso el ajo es considerado un superalimento beneficioso para la circulación sanguínea. Este alimento contiene compuestos como la alicina y el ajoeno, que mejoran el flujo sanguíneo, previenen la inflamación de los vasos sanguíneos y la formación de coágulos.

Además, el ajo tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la hinchazón y molestias causadas por las várices. Por otro lado, al ser rico en quercetina, fortalece las venas y los vasos sanguíneos, protegiendo así la arteria aorta y promoviendo una distribución adecuada de la sangre por todo el cuerpo.

Son muchos los estudios científicos que respaldan la idea de que el ajo evita que las plaquetas se adhieran, promoviendo la circulación sanguínea y previniendo la formación de trombos. Para las personas que tienen várices, el ajo puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo, limpiar las arterias y aliviar el dolor al caminar.

Por lo tanto, incorporar el ajo en la dieta diaria es una forma efectiva de obtener estos beneficios y lucir unas piernas espléndidas.