El uso de palomas para transportar contrabando en las cárceles de Santa Fe, Argentina, no es nuevo, pero ha cobrado notoriedad en los últimos meses
En los últimos diez meses, las autoridades de Santa Fe, Argentina, detectaron un alarmante aumento en los intentos de utilizar palomas para transportar drogas y otros insumos a las cárceles de la provincia, especialmente al penal de Coronda. Hasta ahora, ocho palomas han sido interceptadas, cinco de ellas en los últimos cuatro meses, lo que refleja un crecimiento de esta modalidad delictiva.
El caso más reciente ocurrió este lunes, cuando transeúntes notaron a una paloma luchando con paquetes colgados de sus patas cerca del portón principal de la cárcel de Coronda. Agentes del Grupo de Operaciones Tácticas (GOT) de la policía local intervinieron rápidamente, capturando al ave que transportaba 8 gramos de marihuana y 12 gramos de cocaína.
Este incidente es el último de una serie de casos similares. Días antes, el 22 de agosto, otra paloma fue capturada a 300 metros del penal, esta vez en una vivienda cercana. La dueña de la casa alertó a las autoridades, quienes descubrieron que el ave llevaba 78 dosis de cocaína, un total de 45 gramos, atadas a sus patas.
Una tendencia en ascenso
El 8 de noviembre de 2023, el periódico El Litoral reportó el primer caso, en el que una paloma fue interceptada por agentes del Servicio Penitenciario de Santa Fe en el penal de Coronda. La paloma llevaba un pequeño paquete que contenía una batería de celular y una resistencia metálica.
En otro incidente, el 8 de julio, vecinos de Coronda notaron a una paloma que no podía volar debido a la carga que llevaba: un celular sin batería, un chip telefónico y una resistencia. Poco después, el 22 de julio, la Policía de Santa Fe detectó otra paloma con dificultades para volar, esta vez transportando 50 gramos de marihuana en dos envoltorios atados a sus patas.
El desafío para las autoridades
El uso de palomas mensajeras en el narcotráfico es una táctica cada vez más común en las cárceles de Santa Fe. Las autoridades reconocieron la dificultad de combatir esta modalidad, especialmente debido a la existencia de criaderos de palomas dentro de los penales. Desde el Ministerio de Seguridad de Santa Fe señalaron que, en respuesta al aumento de estos incidentes, se han realizado requisas específicas para detectar y liberar palomas mensajeras, pero el problema persiste.
“Es muy difícil combatirlas”, admitieron autoridades, explicando que las palomas son criadas dentro de las penitenciarías y entrenadas para transportar contrabando. “Hay decenas de palomas que todos los días vuelan con celulares y droga hacia la cárcel. Las palomas fueron criadas dentro de la penitenciaría”, subrayaron.