La ESA ha lanzado este lunes la nave que investigará si la desviación cinética usada por la misión DART en 2022 para alterar deliberadamente la órbita del asteroide Dimorphos es una técnica fiable que permita en el futuro desviar con antelación rocas que supongan una amenaza para la Tierra

Hasta el último momento las nubes que cubrían el cielo de Florida amenazaron el lanzamiento, pero Hera, la primera misión europea dedicada a la defensa planetaria, ha despegado puntualmente este lunes. A las 16.52 (hora peninsular española), como estaba previsto, un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX rugía en Cabo Cañaveral (EEUU) para poner en órbita la nave rumbo al lejano asteroide Dimorphos. “Hoy escribimos una nueva página de la historia del espacio”, ha asegurado Ian Carnelli, director de la misión Hera en la Agencia Espacial Europea (ESA).

Pese a la incertidumbre vivida en los últimos días, la nave espacial ha despegado el primer día de su ventana de lanzamiento, que terminaba el 27 de octubre -si por cualquier razón no se hubiera podido lanzar durante este periodo, habría que haberla pospuesto dos años-.

Afortunadamente, ni la preocupante previsión meteorológica para hoy ni la suspensión temporal de los lanzamientos de los cohetes Falcon 9 desde el pasado 28 de septiembre debido a un fallo durante el despegue de la misión Crew-9 a la Estación Espacial Internacional (ISS), han retrasado el inicio de esta misión de ESA concebida para aprender a desviar asteroides que en el futuro supongan una amenaza para la Tierra.

La empresa aeroespacial de Elon Musk dio luz verde al lanzamiento el domingo, después de que la Autoridad Nacional de la Aviación de EEUU (FAA, por sus siglas en inglés) concluyera la investigación del fallo detectado uno de sus Falcon 9.

La nave Hera, que pesa poco más de mil kilos y tiene un tamaño comparable al de un coche pequeño, ha sido diseñada para investigar en detalle el sistema binario de asteroides Didymos-Dimorphos tras el deliberado impacto de la nave DART, de la NASA, en septiembre de 2022.

Por primera vez en la historia de la humanidad, se logró desviar la órbita de un asteroide (Dimorphos, de unos 150 metros de diámetro) con una técnica ideada por los humanos denominada desviación cinética. Una nave -en este caso DART- impacta a gran velocidad y de forma controlada contra el asteroide para alterar su trayectoria.

Las mediciones realizadas con un satélite de la misión DART y por los observatorios terrestres han permitido averiguar que la órbita de la luna Dimorphos alrededor del asteroide principal del sistema, Didymos, se modificó en una media hora. La función de Hera será examinar el cráter creado por el choque de 2022, así como la composición interna y externa de estos asteroides para determinar si la desviación cinética es una técnica de defensa planetaria. El objetivo, según los responsables de la ESA, es aprender a desviar asteroides cuando en el futuro se detecte uno que se dirija a la Tierra.

El plan es que la sonda -equipada con 12 instrumentos-, y los dos nanosatélites que lleva a bordo trabajen al menos seis meses en esta pareja de asteroides. Como destaca la ESA, aunque los asteroides binarios suponen el 15% de todos los asteroides conocidos, ninguno de ellos ha sido nunca estudiado en detalle.

“Europa está convirtiendo lo que antes era sólo un concepto de ciencia ficción de desviación de asteroides en una técnica repetible de defensa planetaria”, ha declarado este lunes el director de la ESA, Josep Aschbacher, desde ESOC, el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt (Alemania).

Y es que como ha recordado Ian Carnelli, “la idea subyacente de una misión de defensa planetaria basada en una nave espacial que impacta contra un asteroide con una segunda que recoge datos se remonta a dos décadas atrás, con una importante contribución realizada por el fallecido Andrea Milani”. En homenaje a su contribución, uno de los dos nanosatélites que viajan con Hera ha sido bautizado con su nombre.

Japón también a contribuido a esta misión mayoritariamente europea, cuyo coste asciende a 363 millones de euros, y en la que han participado las empresas españolas GMV, Thales Alenia Space en España, EMXYS y Sener.

Antes de llegar a su destino, a Hera le espera una fase de crucero de dos años. En marzo de 2025 se llevará a cabo una maniobra programada para aproximarse a Marte que le dará impulso adicional para llegar al sistema de Didymos. Durante esa asistencia gravitatoria a Marte, Hera realizará un sondeo de la luna marciana Deimos, desplegando por primera vez sus instrumentos para uso científico.

La llegada a Didymos está prevista para otoño de 2026, cuando la misión al asteroide entrará en su fase principal de demostración científica y tecnológica.En ese momento, se encontrará a 195 millones de kilómetros de distancia de la Tierra.

La ESA tiene ya planeada otra misión de defensa planetaria. En sólo cuatro años, pretende construir una nave, llamada Ramses, para que vaya al encuentro con el asteroide Apofis cuando se aproxime a la Tierra el 13 de abril de 2029, tal y como anunció el pasado julio. El asteroide, que mide entre 335 y 375 metros de diámetro y fue descubierto en 2004, se situará ese día a 30.000 kilómetros de distancia, lo que será aprovechado para examinar sus características.