Un desquiciado en el sur del continente, Milei, y otro peor en el norte: Trump
Por Sergio Mejía Cano
En una anterior de mis entregas que subtitulé “Posible efecto de Claudia Sheinbaum en los Estados Unidos”, hubo personas que hicieron el favor de leer mi comentario al respecto que, como dijo al menos una de estas personas, que ni terminó de leer debido a lo tonto de la argumentación debido a que los ciudadanos estadounidenses, la mayoría, ni en el mundo hacen a nuestro país, por lo que era una estupidez que llegaran a tener algún tipo de influencia de que en México haya ahora una presidenta.
De todos modos, aún con estos comentarios adversos a mis argumentaciones estúpidas, me siento más que satisfecho al saber que al menos una persona se tomó la molestia de leer algunas de mis líneas. Pero al parecer, la gente que criticó mi escrito, no vio o entendió de bien a bien que lo que decía un servidor no era una afirmación, sino una posibilidad, de ahí el subtítulo de mi columna CON PRECAUCIÓN que, empieza con “Un posible efecto…”.
Así que ahora que al parecer ya se oficializó el triunfo de Donald Trump, para volver a la Casa Blanca, obviamente que tuvieron razón los analistas políticos, especialmente aquellos que se adentran en la política internacional, pues desde siempre señalaron que Trump ganaría con un amplio margen; sin embargo, ese supuesto amplio margen todavía habrá que ponerlo en duda, aunque existe esa posibilidad, pues en un mapa electoral que apareció en algunos medios y portales de internet, se ven más entidades de color rojo, que simbolizan a Trump, que los de color azul, que se refieren a Kamala Harris.
Ahora ya con este casi seguro triunfo del anaranjado magnate norteamericano, hay varias personas con las que he platicado al respecto y, lo curioso es que algunos conocidos y amigos dicen que ahora sí Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) se las va a ver muy difíciles, pues, según algunos de mis conocidos, amigos y familiares afirman que la va a sentar al igual como hizo Trump con AMLO, cuando lo amenazó con aumentar los aranceles si no contenía la migración que estaba llegando de Centroamérica; que por eso ya desde su campaña, Donald Trump había lanzado sus amenazas contra nuestro país y además, con su arenga del muro fronterizo nuevamente, y que ahora sí aumentaría los aranceles si no detenía o contenía el tráfico de estupefacientes a su país; aunque no dijo nada sobre el tráfico de armas que llegan de los Estados Unidos a México ni de que haría algo para evitar que el número de drogadictos en su país siga aumentando cada día más.
Sin embargo, de todas esas amenazas que lanzó Trump en contra de nuestro país, ya se sabe que no todas ellas las cumple o podría cumplir, pues son arengas promocionales de las que él o sus asesores saben que habrá muchos gringos que se colgarán de esas promesas que no dejan de ser eso: promesas y nada más.
Aunque como dijo El Principito: “uno nunca sabe”, pues es muy evidente el desequilibrio mental que cada día aumenta más en la personalidad de Donald Trump; pero, a la mejor esto fue lo que más llamó la atención de la mayoría del electorado estadounidense que votó por este personaje que ha dado muestras claras de ser muy racista y que a la mejor olvida su propia historia de ser hijo de inmigrantes; aunque eso sí: odia nada más a los migrantes latinoamericanos, porque no se ve que diga nada de asiáticos o europeos e incluso, tampoco de árabes y de otras naciones africanas; no, sino que su enfoque de odio está dirigido nada más hacia su frontera con México.
Lo que sorprende es que los Estados Unidos de Norteamérica es un país que siempre se ha favorecido de la economía de mercado, pero si ve que otros países se favorecen más, comienzan los ataques de todo tipo, como ahora con nuestro país o mejor dicho, con los supuestos narcotraficantes que operan en nuestro país a los que Donald Trump y otros presidentes norteamericanos han tratado de contener, pero no por el consumo que han dentro de su país, no, sino porque quieren el negocio completo; que todas las ganancias económicas que según se dice les deja el tráfico de drogas a los capos mexicanos, es obvio que todas esas ganancias económicas las quieren los gringos para ellos. Así que no sería muy descabellado decir que lo que quieren los gobiernos gringos es tener el control absoluto del tráfico de drogas hacia su país, no nada más por la frontera sur, sino a lo largo de sus costas en el oeste y el este, así como en su larga frontera con Canadá.
Así que lo más seguro es que quién sabe que pasará ahora con este desquiciado.
Sea pues. Vale.