El mundo de las citas es un terreno complejo y, a menudo, las expectativas no se alinean con la realidad, dejando tras de sí tanto aprendizajes como frustraciones. Esta vez, una historia peculiar capturó la atención en la red social X, donde una usuaria que se hace llamar Romina, @aeramimor, compartió los mensajes que una amiga recibió después de una cita que parecía común.

La serie de intercambios comenzó con un mensaje inusual del joven al día siguiente de su encuentro: “¿Cómo va? Qué noche rara terminó siendo jaja. Che, ¿te jode si dividimos lo de anoche?”. Esta propuesta, lejos de ser convencional, sorprendió no solo a la destinataria sino también a la comunidad en línea. En un mensaje subsecuente, el joven envió una captura de pantalla detallando los gastos de la noche, excluyendo ciertos detalles menores, y añadió: “Descontá obvio el helado y el tip (propina) que pasaste”.

La respuesta de la joven no se hizo esperar y fue tan directa como reveladora, ya que la joven dio a conocer que, en una cita anterior, había sido ella quien se había encargado de pagar la cuenta y, además, en la reciente también se ofreció a pagar.

“Hola Mati, acá va la transferencia. Ayer estuve trabajando todo el día y cuando vi ya era tarde. Solo quiero decirte, si te sirve de algo porque no soy quién para dar consejos, pero si salís con alguien, no finjas ser el caballero solo para quedar bien con el mozo cuando traen la cuenta”, se lee en el mensaje. “Te ofrecí pagar, te ofrecí poner mi tarjeta. Te ofrecí el efectivo que tenía en ese momento (unos $ 30.000 y pico) y me dijiste que no”, continuó exponiendo la incomodidad del momento y recordando que, en una salida anterior, ella había pagado sin que él ofreciera compartir los gastos.

El intercambio generó cantidad de reacciones en la red. Mientras algunos defendieron al joven, argumentando que la división de gastos es una práctica común y aceptable, otros criticaron su falta de tacto y caballerosidad. La sinceridad de la mujer también recibió aplausos.

Las opiniones variaron desde quienes creen que “la primera cita es pagada por quien invita” hasta comentarios humorísticos y solidarios hacia la joven: “En vez de nacer un hada, nació un ángel. Por favor, lo buena mina que es tu amiga” y “Tendría que haberle descontado la cuando ella pagó la otra cita”.

Este episodio no solo subraya las tensiones en las expectativas de las citas modernas, sino que también resalta cómo los pequeños gestos pueden desencadenar grandes debates en el ámbito público.