Astrónomos borraron un registro de asteroide al descubrir que era el Tesla Roadster de Elon Musk. Aunque el error se corrigió rápido, los científicos advierten sobre la falta de control de objetos en el espacio profundo.

El 2 de enero, el Minor Planet Center (MPC) anunció el hallazgo del objeto 2018 CN41, a menos de 240,000 km de la Tierra, catalogado como objeto cercano a la Tierra (NEO). Horas después, el MPC rectificó: no era un asteroide, sino el Tesla de Musk, lanzado al espacio en 2018.

La confusión se resolvió gracias a astrónomos profesionales y aficionados. Sin embargo, se destaca la falta de transparencia sobre objetos espaciales más allá de las órbitas de satélites. La Fuerza Espacial de EE.UU. rastrea objetos en órbitas bajas, pero el espacio profundo carece de regulación.

Jonathan McDowell, astrofísico del CfA, advierte que esto afecta análisis sobre asteroides peligrosos“Se podrían gastar muchos recursos en estudiar un falso asteroide”, señaló. La situación podría empeorar con más misiones espaciales.

El MPC, autoridad global en cuerpos celestes, no es ajeno a estas confusiones. En los 2000, la sonda WMAP de la NASA fue confundida varias veces. En 2007, el supuesto asteroide 2007 VN84 resultó ser la nave Rosetta. El MPC calificó de “deplorable” la falta de información sobre objetos artificiales distantes.

Matthew Payne, director del MPC, indica que el aumento de lanzamientos y telescopios ha incrementado los reportes de objetos artificiales, incluyendo naves, cohetes y misiones operativas. Naves que realizan sobrevuelos cercanos a la Tierra o estacionadas en el punto de Lagrange L2 son fácilmente confundidas con NEOs.

Entre 2020 y 2022, al menos cuatro naves fueron añadidas (y eliminadas) de los registros del MPC, incluyendo la misión BepiColombo, la misión Lucy de la NASA, el observatorio Spektr-RG y la etapa superior del cohete de la Surveyor 2 de 1966. Con información de Astronomy.