La Villita, un bastión de la comunidad mexicana en EUA, ha visto un cambio en su vida cotidiana pues los migrantes indocumentados no salen a las calles por miedo a ser detenidos y deportados
Los anuncios y las acciones del gobierno estadounidense han provocado que los migrantes indocumentados regresen a las sombras para evitar ser detenidos y deportados.
No solo faltan al trabajo o desatienden sus negocios, en bastiones de la comunidad mexicana como La Villita en Chicago, las calles parecen las de un pueblo fantasma.
Martha de 56 años de edad es originaria de Puebla, cuenta que cruzó por el Río Bravo a los Estados Unidos hace 38 años y desde entonces vive en Chicago, Illinois.
Aunque trabaja como empacadora en una frutería del popular barrio de La Villita, desde hace una semana que Martha no ha salido a trabajar por miedo a ser deportada.
Cayó migración allá en el trabajo, iba por unos muchachos, entonces cuando nos dijeron que estaba ahí, pues uno se asusta, tiene miedo de que te saquen o te agarren y no vuelvas a ver a tu familia, se pone uno mal, pues yo más porque yo tengo la azúcar, entonces eso me altera, me da miedo ir hasta una tienda, a un restaurante, donde me sentaba yo a comer con mis hijos, con mis nueras, con mis nietos, ya no
Como Martha, decenas de trabajadores y comerciantes del barrio de La Villita han abandonado sus empleos y evitan salir a las calles, que lucen hoy muy diferente a como lucían en años pasados.
Jorge Herrera, dueño de restaurante en La Villita, Chicago asegura estar preocupado ante la situación.
Ocho, nueve días que empezó esto y pues se sintió luego, luego, o sea del miedo no dejó salir la gente y estamos preocupados, o sea, nunca nos había pasado desde que yo tengo ya 20 años de comerciante, nunca había visto esto
La Villita o Little Village es uno de los vecindarios con mayor tradición mexicana en Chicago desde los años 70, con más de mil negocios y 100 restaurantes es considerado el segundo corredor comercial más importante de la ciudad generando ventas anuales de 900 millones de dólares según datos de la Cámara de Comercio Little Village.
Al respecto, Jennifer Aguilar de la Cámara de Comercio de La Villita indicó:
Ahorita, pues, si hay temor e incertidumbre, nuestros pequeños negocios aquí han visto unas bajas enormes en sus ventas de alrededor de 50 por ciento, hay algunos negocios que sí están viendo que sus empleados pues no quieren exponerse y a lo mejor se quedan en sus casas, la gente tiene miedo de que los agentes vengan y entren a los negocios
En la última semana, dos empleados del restaurante Nuevo León ubicado en la calle principal de La Villita renunciaron por temor a ser deportados.
Economía afectada
Laura Gutiérrez, dueña de restaurante en La Villita, compara la situación con la pandemia de Covid.
Estamos como si estuviéramos en Covid, realmente y peor vamos, la gente tiene mucho miedo, no se quieren exponer, tú entraste al restaurante, hay dos mesas, a mí no me va a salir ni para pagar luz, gas y todo así como vamos
Otros dos empleados de esta taquería de La Villita dejaron de presentarse desde el fin de semana. Para los dueños, la crisis en las ventas pone el riesgo los negocios y el trabajo de cientos de migrantes.
Como lo señala Raúl Muñoz dueño de restaurante que asegura La Villita es un pueblo fantasma.
Sí, es un poco triste ahorita porque La Villita sí parece un pueblo fantasma, por el temor que la gente tiene para salir. Aquí gracias a Dios, es un área, una comunidad que hay alto tráfico siempre, la gente siempre está saliendo, sale a caminar, entra los negocios y ahorita todos los negocios están solos