Lluvia de quejas ciudadanas por el pésimo servicio en el Hospital del IMSS localizado en el San Pancho, Nayarit, le piden al gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, que interceda ante Zoé Robledo, director general del IMSS para que atienda de inmediato esta crítica y deplorable situación de salud en dicho Hospital

Por: Javier Rojo Fregoso

Tepic, Nayarit; martes, 29 de abril del 2025.- Decenas, incluso cientos de familias de Bahía de Banderas han expresado su indignación y profunda desilusión ante la falta de atención por parte de los gobiernos federal, estatal y, especialmente, municipal, a las necesidades más básicas de la ciudadanía. Una de las situaciones más alarmantes es el abandono total del Hospital General de San Pancho, una institución que durante años fue un ícono de atención médica en el sur de Nayarit.

Desde hace varios meses —e incluso años, según algunos testimonios— el hospital ha dejado de atender a pacientes, sin importar la gravedad de sus padecimientos. Las personas que acuden en busca de atención médica se encuentran con que no hay medicamentos, no hay personal médico ni de enfermería, no hay urgencias ni quirófanos en funcionamiento. En pocas palabras, el hospital ya no opera.

Ante esta crisis, los pacientes son rechazados o canalizados a otros hospitales, como el de Tondoroque o a instituciones privadas, lo cual representa un gasto imposible para muchas familias de escasos recursos.

La población hace un llamado urgente al gobernador del estado, Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero, para que intervenga de manera inmediata y se destinen recursos federales, estatales —y si es posible, municipales para reactivar este centro de salud tan vital para la región.

Los ciudadanos también señalan al presidente municipal de Bahía de Banderas, Héctor Santana (antes priista, robertistay ahora morenista), como una figura ausente e ineficaz, incapaz de atender problemas tan graves como este. Lo califican de “demagogo” y “cero a la izquierda”, ya que no ha mostrado voluntad ni acción alguna para solucionar esta situación.

Este no es un caso aislado. Se comenta que hay muchos hospitales en el país en condiciones similares: sin médicos, sin medicinas, sin equipo y sin capacidad para atender ni urgencias ni operaciones. La ciudadanía exige una política de salud pública más efectiva, humana y realista.

La salud es un derecho de todas y todos: niños, adultos mayores, mujeres embarazadas, mexicanos y extranjeros que viven o visitan esta región. Hoy, más que nunca, es indispensable rescatar este hospital y garantizar el acceso a servicios médicos de calidad. La situación no puede esperar más.