Familias de desaparecidos y madres buscadoras claman justicia y acción gubernamental; denuncian que hay cientos de jóvenes desaparecidos provenientes de distintos estados del país

Huajicori, Nayarit; miércoles 7 de mayo del 2025.– A más de un año de una ola de violencia persistente en la sierra de Huajicori, madres buscadoras de distintas entidades del país exigen respuestas y acciones concretas por parte de las autoridades estatales y federales. Denuncian la desaparición y presunto asesinato de decenas de jóvenes, muchos de ellos reclutados bajo engaños laborales.

Uno de los casos más recientes es el de Emiliano Ulises Reyes, un joven de 17 años originario de Guadalajara, Jalisco, quien desapareció el pasado 12 de enero tras aceptar una supuesta oferta de trabajo en Puerto Vallarta. Según su familia, Emiliano habría sido llevado por la fuerza a la zona serrana de Huajicori, donde se perdió su rastro.

“Creemos que fue engañado. Seis días después de su desaparición vimos una fotografía en la que, por su complexión y ropa, creemos que podría ser él, ya sin vida”, explicó su padre, Juan Gabriel Reyes. Testimonios de dos jóvenes que lograron escapar de la misma red de captación refuerzan la versión de un posible asesinato.

Pese a las denuncias interpuestas ante la Fiscalía del Estado de Nayarit, los familiares acusan abandono institucional. “Nos dicen que no pueden subir a la sierra por razones de seguridad. ¿Qué autoridad se excusa así cuando hay vidas de por medio?”, cuestionan.

Colectivos de búsqueda reportan que en la región podrían existir más de 200 cuerpos sin recuperar, muchos expuestos a la intemperie, en lo que denominan “rancherías de la muerte”. Temen además un potencial riesgo sanitario para las comunidades cercanas.

Las familias también rechazan la narrativa oficial que sugiere que todos los muertos pertenecen a Huajicori. Aseguran que muchas víctimas provienen de estados como Jalisco, Colima, Michoacán, Durango y Nuevo León, donde fueron reclutados con falsas promesas para trabajos en seguridad o construcción.

“Las autoridades no han hecho nada. Ni federales, ni estatales, ni municipales. No se puede seguir ignorando esta crisis humanitaria”, denuncian los colectivos, quienes recorren incansablemente las zonas más peligrosas del país en busca de sus seres queridos.

“No buscamos culpables. Buscamos a nuestros hijos. Y no vamos a parar.”