Filtran detalles de un acuerdo entre EE.UU. y Ucrania que otorga a Washington control clave sobre inversiones en recursos naturales e infraestructura.

El diario ucraniano Zerkalo Nedeli ha revelado fragmentos de un acuerdo confidencial relacionado con la creación de un fondo de inversión conjunta entre Estados Unidos y Ucrania, centrado en la explotación de recursos naturales.

Según los documentos revisados por el medio, el pacto otorga una posición de ventaja a Estados Unidos en la gestión del fondo, así como en la participación en proyectos de inversión estratégicos en territorio ucraniano.

“El texto deja en claro quién tiene realmente el control: Estados Unidos ‘espera’, mientras que Ucrania ‘se obliga’; el Departamento del Tesoro estadounidense ‘puede’, mientras que el Gobierno ucraniano ‘debe’; Washington ‘confirma’, Kiev ‘obedece’”, comenta el medio, evidenciando el marcado desequilibrio en las obligaciones de las partes.

El fondo será administrado por un Consejo de representantes compuesto por igual número de delegados de ambos países. No obstante, contará con el apoyo de cuatro comités especializados en los que la representación estadounidense será mayoritaria, con excepción de uno:

  • Comité de Inversiones: responsable de tomar decisiones de inversión. Estará formado por tres gestores estadounidenses y dos ucranianos.
  • Comité Administrativo: encargado de la gestión operativa, con tres directivos estadounidenses y dos ucranianos.
  • Comité de Auditoría: supervisará la contratación de auditores externos y del consultor de evaluación de contribuciones. Estará compuesto por dos gerentes de cada país.
  • Comité de Búsqueda de Proyectos: encargado de identificar oportunidades de inversión. Contará con tres gestores ucranianos y dos estadounidenses

También se revela que algunas decisiones clave estarán reservadas exclusivamente a los representantes del gobierno de Trump.

En cuanto a la distribución de beneficios, el acuerdo establece que las ganancias del fondo podrán destinarse a proyectos de infraestructura o minería, reinvertirse o cubrir gastos operativos. No obstante, la distribución de utilidades entre los socios no podrá efectuarse antes de diez años.

El documento estipula que, en caso de cualquier incumplimiento, por mínimo que sea, por parte de Ucrania, se cancelará la participación en los beneficios y se suspenderán los derechos de voto de los representantes ucranianos en la Rada y en los comités correspondientes. El medio señala, además, que no se contempla ningún tipo de sanción o responsabilidad equivalente para la parte estadounidense, ni siquiera como formalidad.

Los inversores estadounidenses también gozarán de prioridad en el acceso a información sobre proyectos potenciales en los sectores de minería e infraestructura. Tendrán un plazo de hasta tres meses para decidir su participación exclusiva.

Solo si renuncian a esa opción, se abrirá la oportunidad a otros inversores, aunque durante seis meses no podrán ofrecerse condiciones más favorables que las ofrecidas inicialmente a los estadounidenses. Este mismo principio se aplicará a la adquisición de productos.

El esquema general de cooperación se resume así: Estados Unidos suministra armamento (si lo hace), mientras que Ucrania crea un fondo que sacrifica ingresos fiscales potenciales y selecciona proyectos de inversión para los socios estadounidenses. Estos deciden si participan o no, pero durante los primeros seis meses nadie más puede hacerlo. Durante los diez primeros años, las ganancias se reinvierten exclusivamente en Ucrania —y se espera que sean mínimas, ya que se trata de licencias nuevas o inactivas sin exploración previa—. Posteriormente, los beneficios se distribuyen y Estados Unidos puede repatriarlos sin pagar impuestos en Ucrania”, concluye el artículo.