Es 1.500 veces más joven que nuestro planeta y su hallazgo es una rareza.

Los exoplanetas normalmente solo son visibles cuando tienen más de 10 millones de años, porque, hasta entonces, están ocultos a la vista por los discos protoplanetarios, los anillos giratorios de polvo, gas y otros bloques planetarios en los que se forman los exoplanetas. Pero incluso entonces, sólo se han encontrado alrededor de una docena de exoplanetas que tienen menos de 40 millones de años. Sin embargo, en este caso, TIDYE-1b no está oculto por el disco protoplanetario de la estrella.

Este exoplaneta “bebé” descubierto recientemente relativamente cerca de la Tierra es el mundo extraterrestre más joven jamás visto, según sugiere un nuevo estudio publicado en Nature. Los autores señalan que el raro avistamiento está relacionado con un disco proplanetario misteriosamente irregular alrededor de la estrella anfitriona del exoplaneta.

El exoplaneta recién descubierto, conocido como IRAS 04125+2902 b o TIDYE-1b, es un gigante gaseoso ligero con un diámetro ligeramente menor que el de Júpiter, pero con un poco menos de la mitad de su masa. Orbita una protoestrella (una estrella bebé que aún está creciendo hasta su tamaño final) ubicada en la nube molecular de Tauro a unos 520 años luz de la Tierra y completa una rotación alrededor de la protoestrella cada 8,8 días.

Según la edad de la protoestrella, que actualmente tiene una masa de alrededor del 70% de la de nuestro Sol, TIDYE-1b no puede tener más de 3 millones de años, alrededor de 1.500 veces más joven que la Tierra. Si tuviéramos que comparar la edad actual del exoplaneta con la vida útil de un ser humano, sería un bebé de dos semanas, escribieron los investigadores en un comunicado.

El exoplaneta fue detectado por primera vez en datos recopilados por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA mientras pasaba continuamente frente a su estrella anfitriona.

“Descubrir planetas como este nos permite mirar atrás en el tiempo, vislumbrar la formación planetaria a medida que ocurre – señala la líder del estudio, Madyson Barber, en un comunicado -. Nos ayuda a explorar nuestro lugar en el universo: de dónde venimos y hacia dónde podríamos ir. Los planetas normalmente se forman a partir de un disco plano de polvo y gas, por lo que los planetas de nuestro sistema solar están alineados en una disposición plana, como una tortita”.

El problema es que en este caso el disco está inclinado, desalineado tanto con el planeta como con su estrella, un giro sorprendente que desafía nuestra comprensión actual de cómo se forman los planetas. Se cree que el disco está desalineado con respecto a la estrella unos 60 grados, según el estudio.

Los autores no están seguros de por qué el disco está desalineado o por qué TIDYE-1b no se encuentra dentro de este disco. Una posible explicación es que el disco haya sido sacado de su lugar por una estrella compañera, que orbita la protoestrella a una distancia de alrededor de 635 unidades astronómicas (635 veces la distancia entre la Tierra y el Sol). Sin embargo, esto puede ser poco probable dada la distancia a la que se encuentra la estrella compañera, escribieron los investigadores.

El descubrimiento ayuda a llenar los vacíos sobre cómo se forman los diferentes mundos. Por ejemplo, los expertos creen que la Tierra tardó entre 10 y 20 millones de años en formarse por completo, mientras que aparentemente tarda mucho menos tiempo en formarse gigantes gaseosos como TIDYE-1b. Pero todavía hay más por aprender.Actualmente, se están realizando estudios de seguimiento en este planeta para evaluar si todavía está acumulando material del disco, cómo se compara su atmósfera con el material del disco circundante y si está perdiendo su atmósfera superior debido a la influencia de su estrella anfitriona.