Las noches de mediados de diciembre ofrecen un espectáculo celestial fascinante, ya que nuestro planeta atraviesa las Gemínidas, la mayor lluvia de meteoros del año.
En un evento astronómico que ha desconcertado a los científicos durante décadas, se ha revelado que la fuente de este enjambre meteórico proviene de un asteroide peculiar llamado Faetón.
A diferencia de la explicación convencional para la formación de lluvias de meteoros asociadas con cometas, los investigadores han descubierto que Faetón, un asteroide rocoso con cola, se comporta como un “asteroide transicional“.
Estos cuerpos celestes, a medio camino entre asteroides y cometas, albergan materiales volátiles en su interior, permitiendo la eyección masiva de partículas.
Un reciente estudio publicado en Nature detalla que cuando Faetón se acerca al Sol, alcanza temperaturas extremas que desencadenan la descomposición térmica de sus componentes. Esta descomposición libera gases como CO₂, S₂ y H₂O, creando un enjambre meteórico masivo compuesto por condritas carbonáceas.
Gemínidas: Un fenómeno único
La lluvia de meteoros de las Gemínidas, conocida por su espectacularidad y su capacidad para producir más de 120 meteoros por hora, se convierte así en un fenómeno único.
La desintegración de Faetón en la atmósfera terrestre genera partículas con diámetros centimétricos o milimétricos que, al escapar de la gravedad del asteroide, forman este asombroso espectáculo celeste.
Este descubrimiento arroja luz sobre un fenómeno que ha desconcertado a los científicos durante décadas, proporcionando una explicación innovadora y reveladora sobre el origen de las Gemínidas.
Además, destaca la importancia de la colaboración entre astrónomos profesionales y aficionados, como la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos SPMN-CSIC, que ha sido fundamental en la detección y registro de eventos astronómicos en la región.
En estas noches de diciembre, en lugar de alarmarse, se invita a disfrutar del cielo estrellado y presenciar el espectáculo luminoso de la desintegración final del asteroide Faetón.
¿Por qué se llaman Gemínidas?Las Gemínidas reciben su nombre porque parecen provenir de la constelación de Géminis. La palabra “Gemínidas” se deriva del nombre de la constelación, que a su vez proviene del término latino “Gemini”, que significa “gemelos”. Esta lluvia de meteoros parece radiar desde un punto en el cielo cercano a las estrellas gemelas Castor y Pólux, que son las estrellas principales de la constelación de Géminis.
La designación de las lluvias de meteoros por la constelación de la cual parecen originarse es común en la nomenclatura astronómica. En el caso de las Gemínidas, su radiante (el punto en el cielo del cual parecen provenir los meteoros) está situado en la región de Géminis, pero es importante tener en cuenta que los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del cielo, no solo cerca de la constelación asociada. La actividad máxima de las Gemínidas generalmente ocurre alrededor del 13 y 14 de diciembre de cada año.