La investigación genera esperanzas de poder aplicar tratamientos con cierto efecto rejuvenecedor de los vasos sanguíneos.

Un grupo de científicos de Viena halló evidencias de que los fármacos clásicos para reducir el colesterol, las estatinas, tienen también un efecto secundario positivo al “matar células vasculares envejecidas“.

Los resultados de la investigación realizada por un equipo de la Universidad de Medicina de Viena (UniMed Wien), encabezado por Barbora Belakova y publicado en la revista especializada Cell, despierta esperanzas de poder aplicar tratamientos con cierto efecto rejuvenecedor de los vasos sanguíneos.

Los científicos recuerdan que “estudios preclínicos del pasado reciente muestran que las células senescentes (envejecidas) tienen un efecto negativo sobre la salud y contribuyen a los procesos de envejecimiento prematuro”, y que su “eliminación selectiva” mejoró la salud en animales de laboratorio de edad avanzada.

Estos descubrimientos han desatado una búsqueda de sustancias activas que puedan utilizarse para eliminar las citadas células envejecidas, pero preservando al mismo tiempo las células que aún funcionan bien, informó este 2 de enero la agencia austríaca APA.

Los autores del estudio lo intentaron utilizando estatinas liposolubles para reducir el colesterol, como la simvastatina, la lovastatina o la atorvastatina.

Primero cultivaron células endoteliales humanas en el laboratorio, que luego hicieron “envejecer” (senescentes) mediante diversos métodos, como cultivos o irradiación, durante un determinado periodo.

Constataron que había muerto un 30 por ciento de las células así tratadas mientras que el resto mostraba características típicas de la senescencia, como la falta de capacidad para seguir dividiéndose y un aspecto alterado.

En la siguiente fase, aplicaron estatinas liposolubles en diferentes concentraciones y descubrieron que ello provocaba la muerte de las células endoteliales envejecidas sin ningún efecto perjudicial en las células no afectadas por la senescencia.

En las células vasculares envejecidas, las estatinas desencadenaron la denominada anoikis, una forma de muerte celular programada causada por la pérdida de contacto con las células circundantes.

Los científicos vieneses consideran que estos hallazgos “respaldarían” la ejecución “de ensayos con tratamientos a corto plazo con altas dosis de estatinas como medio de rejuvenecimiento vascular”.