Tras una larga sesión casi ocho horas, un juez federal cerró la etapa de debate del juicio contra el único imputado por el uso ilegal del software espía Pegasus para infectar el teléfono móvil de la periodista Carmen Aristegui, con el fin de espiar sus conversaciones y violar su derecho a la privacidad.

La Fiscalía  General de la República (FGR) reconoció ante un tribunal federal de enjuiciamiento que durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto (EPN), la periodista Carmen Aristegui fue espiada con el software Pegasus entre 2015 y 2016 como represalia por las investigaciones periodísticas que realizó sobre los bienes del mandatario y su círculo político más cercano, particularmente por la publicación del reportaje “La casa blanca de EPN”.

Durante los alegatos de clausura del primer juicio sobre el mal uso del software espía Pegasus, capaz de convertir los teléfonos celulares en un dispositivo para vigilar en tiempo real a sus propios dueños, el Fiscal Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (Feadle), Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, reiteró que no existe duda de que el teléfono móvil de la periodista Aristegui fue infectado con el programa malicioso diseñado por NSO Group, tal y como se denunció en el reportaje “Gobierno Espía” publicado en junio del 2017.

“Haber reportado la Casa Blanca de Peña Nieto fue el punto neurálgico para saber por qué pasó esto y por qué se vulneró la esfera personal y familiar de la víctima”, explicó ante el Juez Luis Benítez Alcántara.

El fiscal agregó que durante la investigación se acreditó que el único imputado por el caso Pegasus en México, Juan Carlos “GR” fue el autor material del espionaje contra la periodista Carmen Aristegui por órdenes directas de su jefe, el empresario de origen israelí, Uri Emmanuel Ansbacher Bendrama, dueño del corporativo KBH, un conglomerado de empresas fantasmas que fue proveedor del gobierno de Peña Nieto del spyware y las licencias de Pegasus para infectar a las víctimas.

En la teoría del caso de la FGR, Uri Ansbacher sería el autor intelectual en acuerdo con altos funcionarios del gobierno peñista, debido a que se vio beneficiado con negocios multimillonarios como proveedor y contratista en el sexenio pasado, beneficios que no quería perder, por lo que ese sería el móvil del espionaje contra Aristegui, hasta el momento la única víctima reconocida por un juez del Poder Judicial de la Federación. 

El testigo protegido “Zeus” afirmó en audiencias previas que esos altos funcionarios serían el expresidente Peña Nieto; el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el ex titular del Cisen, Eugenio Imaz, pese a que en la audiencia de este jueves sólo se aludió de forma directa al ex primer mandatario.
El titular de Feadle consideró que la red de empresas fantasma, con trabajadores que al mismo tiempo fungían como prestanombres, proporcionaron un ambiente propicio para cometer el delito de intervención ilícita de las comunicaciones, un ilícito de realización oculta y, por lo tanto, complejo de poder probar.

“El entramado de KBH era el escenario ideal para una actividad ilícita como la intervención de comunicaciones. El dueño (de la empresa KBH) no aparece, los domicilios son inexistentes, los socios eran prestanombres y empleados de la red de empresas, por lo que eso les permitía trabajar en el anonimato, en ese contexto se inserta la actuación del acusado”, afirmó Ricardo Sánchez.

En respuesta, la defensa de Juan Carlos “GR”, señalado por el testigo protegido “Zeus” como el único operador de Pegasus dentro de KBH, también admitió el espionaje contra Aristegui, pero su teoría del caso responsabilizó en todo momento al gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto de forma directa, destacando que fue el gobierno del priista el que tenía acceso a toda la infraestructura y las miles de licencias que se utilizaron en México del software Pegasus.

Durante el debate, la FGR dio a conocer que durante un cateo realizado en el año 2019 en Ejército Nacional 598, sede del corporativo KBH, se encontraron varios documentos relacionados con Pegasus en la oficina de Juan Carlos “GR”, incluyendo una bitácora de pruebas y un anexo técnico del contrato para la operación de Pegasus en México.

Sin embargo, la defensa destacó que lo que no se encontró fue una computadora o cualquier otro dispositivo que tuviera cargado el software espía de NSO Group.

El abogado Samuel Ibarra, ex funcionario de la Policía Federal, destacó que el espionaje contra Aristegui no puede tener más origen que el propio gobierno de Peña Nieto, el cual compró Pegasus a través de la antigua PGR, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el Cisen, por lo que rechazó de forma tajante que su cliente pueda ser considerado como el responsable de un posible espionaje contra la periodista.

Durante el  juicio presidido por el juez Luis Benítez Alcántara, el abogado Ibarra Vargas recalcó que aún cuando la FGR sólo expuso el uso de Pegasus por parte de Sedena entre 2011 y 2013, existen denuncias de que lo ha seguido utilizando hasta el día de hoy, por lo que cuestionó la omisión de la Fiscalía para presentar las actualizaciones del software que adquirió Sedena después de las fechas reconocidas por el general Pedro Bonilla Muñoz, actual Director Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Defensa. 

En su penúltima sesión, el tribunal de enjuiciamiento se extendió por casi ochos horas, cuatro de las cuales fueron ocupadas por la FGR para presentar ante el juez de la causa sus argumentos. La defensa tardó al menos dos horas en responder a la Fiscalía, reiterando su postura de que Juan Carlos “GR” era solo un “chivo expiatorio” del caso y que la Fiscalía estaría tratando de desviar la atención para proteger al propio gobierno de las investigaciones de espionaje, ya que en el gobierno del ex presidente Peña, los principales interesados en intimidar y espiar con Pegasus a carmen Aristegui eran actores gubernamentales ligados al poder en ese momento.

La periodista Carmen Aristegui recordó ante el juez, que el espionaje con el malware de NSO Group, no se agota con el este primer juicio contra un procesado, ya que en Pegasus Project se acreditó que existen más de 15 mil números telefónicos que fueron ingresados a la plataforma Pegasus para un potencial espionaje, de los cuales varias decenas acreditaron que fueron víctimas de ataques maliciosos con mensajes de texto SMS para tratar de infectar sus teléfonos

Al cierre de la audiencia, el acusado y ex empleado de la red de empresas Pegasus, Juan Carlos “GR” se defendió de las acusaciones en su contra y dijo que la FGR solo presentó durante el juicio “mentiras, omisiones e intentos de generar confusión”.

Incluso, retomó la aportación de Aristegui y dijo que era imposible que él se hubiera dedicado a espiar 15 mil números telefónicos, ya que se tendría que haber dedicado a eso “durante y día y noche”.