La visita de Blinken se produce mientras sube la temperatura social en Argentina, donde las medidas de austeridad del gobierno ultraliberal de Milei están haciendo mella, con un 254 por ciento de inflación interanual en enero y la mitad de la población en la pobreza.
El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, se entrevistó el viernes en Buenos Aires con el presidente ultraliberal Javier Milei y aseguró que Argentina “puede contar” con Estados Unidos para estabilizar su economía.
El pueblo de Argentina puede contar con nosotros a medida que trabaja en estabilizar su economía”, dijo Blinken en conferencia de prensa conjunta con su par, Diana Mondino, donde al término de una gira relámpago por América Latina destacó que ve “un tremendo potencial” en el país sudamericano.
Además, remarcó que Estados Unidos representa el país con mayor inversión extranjera en el país sudamericano y su deseo de mantenerlo: “Queremos que las empresas de Estados Unidos sigan siendo el socio predilecto de Argentina”.
Argentina tiene lo que el mundo necesita, queremos ser socios de Argentina mientras ayuda a alimentar al mundo”, agregó el jefe de la diplomacia estadounidense en relación con el potencial agropecuario que tiene el país sudamericano.
Previamente, Blinken se había reunido con el presidente Milei, quien declaró que con esta visita “Argentina ha decidido volver al lado de Occidente, al lado del progreso, al lado de la democracia y, sobre todo, de la libertad”.
Blinken visitó más temprano la famosa Plaza de Mayo, escenario de numerosas celebraciones y dramas de la historia argentina, así como el museo del Cabildo, sede histórica del Ejecutivo colonial y luego poscolonial de Buenos Aires, donde mantuvo conversaciones con representantes de la sociedad civil.
Se trata de la primera visita a Argentina del jefe de la diplomacia estadounidense, que el miércoles y el jueves participó en una reunión de sus homólogos del G20 en Brasil. También se reunió con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
La visita de Blinken se produce mientras sube la temperatura social en Argentina, donde las medidas de austeridad del gobierno ultraliberal de Milei están haciendo mella, con un 254 por ciento de inflación interanual en enero y la mitad de la población en la pobreza.
El miércoles hubo un paro nacional de trenes, el jueves un paro de personal de la salud y este viernes miles de personas marchan en las principales ciudades de Argentina para reclamar al gobierno de Milei asistencia alimentaria para comedores comunitarios y rechazar sus políticas de ajuste.
Esta semana, autoridades argentinas recibieron también la visita de Gita Gopinath, subdirectora del FMI, organismo con quien el país tomó un préstamo por 57 mil millones de dólares de los cuales recibió 44 mil millones.
Milei tiene previsto viajar para participar en una convención conservadora el sábado en Washington, en la que también estará presente el expresidente estadounidense Donald Trump.