Un número telefónico que no es personal ni íntimo, sino público
Por Sergio Mejía Cano
Se dice que por lo regular no hay casualidades y menos en política. Así que qué casualidad de que en el viaje que realizó la señora Xóchitl Gálvez Ruiz al vecino país del norte, vulgo, Estados Unidos de Norteamérica, entre los compromisos de visita que llevaba en su agenda, uno de ellos fue visitar las instalaciones del periódico “New York Times” (NYT) y da la casualidad o tal vez coincidencia que posterior a esta visita, el diario neoyorkino saca un reportaje en donde denuesta al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tachándolo de haber recibido dinero del narcotráfico en su campaña para la Presidencia de la República en el 2006.
Pero como no prendió ese reportaje como tal vez esperaban los detractores y adversarios de AMLO, se volvió a publicar ahora una entrevista a un encapuchado por parte de Carlos Loret de Mola, en donde este encapuchado, identificándose como integrante de “los Zetas”, afirmando que también AMLO había recibido millones de dólares del narcotráfico, pero ahora para la campaña del 2012. Sin embargo, algunos analistas políticos, como por ejemplo la señora Guadalupe Correa Cabrera, en una entrevista realizada en el portal de YouTube “Astillero informa”, con el periodista Julio Hernández López, conocido también como “Julio Astillero”. En dicha entrevista, la profesora Correa-Cabrera, dijo haber realizado una profunda investigación sobre el narcotráfico, por lo que tenía la plena convicción de que al encapuchado entrevistado por Loret de Mola no se daban las fechas, porque en aquel entonces del que se refería el entrevistado, los famosos zetas aún no era un grupo independiente, sino que era el brazo armado de Osiel Cárdenas Guillén, quien supuestamente era quien comandaba el denominado cártel del Golfo.
Y así como la analista Guadalupe Correa, otros analistas coincidieron en lo mal que se presentaban las fechas con lo dicho del entrevistado por el también conocido como “Lord montajes”. Entonces, como este nuevo aparente montaje tampoco cubrió las expectativas para hacer mella en la figura de AMLO, el NYT volvió a la carga mediante una carta enviada por la corresponsal de dicho diario neoyorkino en México, Natalie Kitroeff, en donde le exige respuesta inmediata al vocero de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, teniéndole que aclarar los cuestionamientos formulados en dicha carta de peticiones sobre el reportaje publicado con antelación que se refería a la aportación de dinero ilícito a las campañas electorales de AMLO.
Esta carta la dio a conocer AMLO en su conferencia matutina leyendo personalmente lo que decía esa carta e incluso mencionando un número telefónico a donde se tenía que comunicar el vocero Ramírez Cuevas o en su defecto responder a un correo electrónico que también venía expuesto en esa carta.
Así que por el hecho de haber dado a conocer un número telefónico que se publicaba en esa carta, de ahí se volvieron a agarrar los detractores y adversarios de AMLO, sobre todo el periodista mexicano avecindado en los Estados Unidos, Jorge Ramos, quien ya se ha visto y comprobado que no masca muy bien que digamos a AMLO cuestionándolo a cada rato que hay oportunidad, y que de inmediato subió un video a las redes sociales tachando al presidente de México como irresponsable al haber dado a conocer el número telefónico “personal” de la corresponsal del NYT en México, y de este tema del número personal se agarraron infinidad de comunicadores y analistas no afines a AMLO enfocando sus baterías sobre el hecho de haber divulgado datos personales e íntimos de una persona. Incluso hasta el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) agarró como bandera este tema para decir que AMLO había violado la ley sobre datos personales.
Sin embargo, ahora se aclara que esta nota no fue sino un gigante con pies de barro al darse a conocer por otros analistas y los denominados como “youtuberos” como Hans Salazar, de que ese número no era específicamente personal de dicha corresponsal, sino el del corporativo de la corresponsalía o la redacción y, además, ya tiene más de cuatro años siendo público ese número.
¿Cómo iba a dar su número personal una corresponsal en una carta dirigida a un Poder Público? Y menos por la que ha afirmado constantemente AMLO, de que lo público tiene que ser cada vez más público.
Se entiende que todo medio informativo y de comunicación muestra en su directorio la dirección del medio, de su redacción y de publicidad y ahora su correo electrónico.
Sea pues. Vale.