Vivimos en un universo donde los electrones, que son las partículas fundamentales que conforman la materia, desafían las leyes que los rigen y se mueven a velocidades inimaginables, alcanzando la velocidad de la luz. Un escenario que parece sacado de la ciencia ficción, pero que hoy se convierte en realidad gracias a un nuevo descubrimiento.

Por: Agencias

Ehime, Japón; sàbado, 23 de marzo del 2024.-  Un grupo de físicos, liderado por el Dr. Ryuhei Oka de la Universidad de Ehime en Japón, ha logrado lo impensable: observar electrones moviéndose a velocidades ultrarrápidas. Pero no solo eso, esto se suscitó en un espacio de cuatro dimensiones, desafiando la comprensión del universo.

Oka y su equipo investigaron un material muy especial: el bis (etilenditio)-tetratiafulvaleno, un polímero superconductor, y lo que descubrieron fue asombroso. Resulta que los electrones en este material se comportaron de manera muy peculiar. Se llaman electrones de Dirac, y tienen una característica única, ya que no tienen masa, esto les permite moverse a velocidades increíbles.

Además de las tres dimensiones espaciales habituales, los electrones también están navegando a través de lo que los científicos llaman la “dimensión energética”. Es como si estuvieran bailando en un espacio donde el tiempo y la energía se entrelazan de una manera nunca antes vista. Un fenómeno cuántico en cuatro dimensiones

Ahora bien, ¿por qué esto es tan emocionante? Bueno, resulta que estos electrones de Dirac están relacionados con algo llamado materiales topológicos, que son materiales con propiedades superinteresantes. Estos materiales podrían cambiar por completo la forma en que se desarrolla tecnología en el futuro.

Utilizaron una técnica llamada resonancia de espín electrónico, que básicamente significa que pudieron ver cómo los electrones interactúan con un campo magnético. Esto aprovecha la distribución giratoria de carga de los electrones, permitiendo distinguirlos de los electrones estándar.

Al final, lo que descubrieron los expertos fue que la velocidad a la que se mueven no es constante. Depende de cosas como la temperatura y el ángulo del campo magnético.

Este hallazgo abre un nuevo capítulo en la física, con implicaciones que podrían revolucionar la comprensión del universo. La existencia de electrones de Dirac que se mueven en cuatro dimensiones obliga a replantearse las leyes que rigen el mundo subatómico.

Abre la puerta a nuevas tecnologías, donde se podrían para desarrollar dispositivos electrónicos ultrarrápidos, ordenadores cuánticos de última generación e incluso materiales con propiedades que no conocemos aún.