Se han disparado los casos de dengue en varios países de Latinoamérica y ha alcanzado cifras récord. La Organización Panamericana de la Salud llama a redoblar esfuerzos para limitar la proliferación de los mosquitos vectores de la enfermedad. Brasil apostó por vacunar a millones de personas, pero la vacuna tiene un alcance limitado.
(RFI).- Con 3,5 millones de casos de dengue y 1,000 muertes, el continente americano registró un récord en 2024, según indicó la Organización panamericana de la Salud (OPS).
Brasil, Paraguay y Argentina son los países más afectados por el dengue, de momento, pero se espera una transmisión alta en Costa Rica, Guatemala y México también, mientras que se observa una presencia del mosquito vector en nuevas regiones del continente como en Uruguay.
El Dr. Jarbas Barbosa, director de la OPS, apuntó al papel del cambio climático en esta tendencia. “El aumento de las temperaturas y la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos como olas de calor, sequías intensas – que llevan a la población a almacenar agua de forma inadecuada – y tormentas e inundaciones pueden aumentar la proliferación del mosquito vector”, indicó.
El dengue provoca dolores de cabeza, fiebre, vómitos entre otros síntomas, y puede causar complicaciones graves. Aun no se cuenta con un remedio específico, aparte del tratamiento de los síntomas.
La OPS llama a intensificar los esfuerzos para evitar la proliferación de mosquitos que se reproducen en las aguas estancadas.
Algunos países apuestan por otros métodos. Es el caso de Colombia y Honduras que han liberado ejemplares de mosquitos portadores de la bacteria Wolbachia que les impide transmitir el dengue.
Brasil optó por vacunar a tres millones de personas con la vacuna QDenga. Sin embargo, “la vacuna que tenemos disponible no va a doblegar la epidemia de dengue” porque “tiene un alcance limitado”, afirmó en la rueda de prensa el doctor Daniel Salas, gerente ejecutivo del programa especial de inmunización integral de la OPS.
Esta vacuna, recomendada desde los 6 a los 16 años, es de dos dosis que se administran con tres meses de intervalo y los estudios demuestran, según la OPS, que se necesitan ocho años de vacunación para poder tener un impacto importante en la transmisión. El gobierno argentino por ejemplo ha descartado el uso masivo de la vacuna contra el dengue, al dudar de la eficacia de la vacuna para luchar contra un brote epidémico.