Las agencias de sanidad de Estados Unidos lanzan nuevas rondas de pruebas a los trabajadores del sector lácteo y a los productos lácteos para comprender mejor el posible impacto de la gripe aviar H5N1.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) está trabajando con el estado de Michigan para iniciar un estudio muy esperado para evaluar si los trabajadores expuestos al ganado infectado han contraído la infección. Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) está probando lo que se conoce como pasteurización flash, después de que estudios recientes plantearan dudas sobre si el método neutraliza todos los virus de la leche.

Los proyectos forman parte de un conjunto de nuevas investigaciones anunciadas el martes por las agencias federales para comprender la dinámica de la gripe aviar H5N1, que por primera vez saltó de las aves al ganado lechero a principios de año. Desde finales de marzo, más de 120 rebaños de 12 estados han dado positivo en las pruebas de esta infección altamente contagiosa, que parece propagarse a través del contacto con la leche cruda, según confirmó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).

“Sabemos que se propaga por contacto con la leche”, declaró el Dr. Eric Deeble, asesor principal en funciones para la gripe aviar altamente patógena del USDA.

Deeble dijo que, al principio, el movimiento de ganado fue en gran parte el impulsor de la propagación de la infección. Pero desde que el USDA ordenó a finales de abril que el ganado se sometiera a pruebas antes de ser trasladado de un estado a otro, la infección se ha transmitido entre granjas a través de equipos y trabajadores compartidos, según un reciente estudio epidemiológico del Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural de Michigan (MDARD, por sus siglas en inglés).

“Sabemos que la leche tiene cargas víricas muy elevadas y, por tanto, cuando analizamos los patrones de transmisión, parece que el riesgo es muy alto”, afirmó el Dr. Tim Boring, director del MDARD.

Según Boring, aún no está claro cómo utiliza el virus a los humanos para propagarse, ya sea a través de la infección o de ropa o piel contaminadas.

“Mi conjetura es que tal vez no sea realmente binario, si está sobre las personas o en las personas”, dijo Boring.

Los productores lácteos se resisten a permitir la entrada de funcionarios del gobierno en sus granjas para realizar pruebas generalizadas en sus rebaños, y los trabajadores de las granjas han evitado someterse a las pruebas, incluso cuando presentan síntomas. Sus defensores afirman que los trabajadores son reacios a someterse a las pruebas, ya que podrían perder su trabajo y su salario.

La semana pasada, Michigan anunció que pagaría un máximo de US$ 28.000 a 20 granjas lecheras para que participaran en la investigación. Esta ayuda financiera se suma a los fondos que ofrece el gobierno federal.

La oferta parece haber funcionado. Este martes, los CDC anunciaron que se habían asociado con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Michigan para realizar un estudio destinado a analizar la sangre de los trabajadores agrícolas en busca de anticuerpos contra el virus H5N1.

“El objetivo de este estudio es determinar si existe una infección asintomática” de los trabajadores que han estado expuestos a vacas infectadas con el virus H5N1, declaró el Dr. Demetre Daskalakis, director del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC.

La FDA también anunció este martes que ha iniciado otra ronda de muestreo de productos lácteos para subsanar las deficiencias de sus pruebas anteriores. En esta ocasión, los 155 productos que se van a retirar de las estanterías de las tiendas incluyen quesos de leche cruda, queso fresco, helados y mantequilla, según el Dr. Don Prater, director en funciones del Centro de Seguridad Alimentaria y Nutrición Aplicada de la FDA.

A principios de este año, las pruebas iniciales de la FDA sobre la leche, la crema agria y otros tipos de productos lácteos comprados en tiendas de comestibles encontraron rastros de virus en 1 de cada 5 artículos analizados. Sin embargo, pruebas adicionales confirmaron que esos fragmentos virales estaban inactivos y no podían enfermar a nadie, lo que llevó a la agencia a declarar que la leche y otros productos lácteos son seguros para consumir, siempre que estén pasteurizados.

Sin embargo, dos estudios recientes de laboratorio recientes publicados en el New England Journal of Medicine plantearon nuevas preguntas. Los estudios calentaron leche cruda infectada a los tiempos y temperaturas utilizados para la pasteurización instantánea, la forma más común de pasteurización en los EE.UU., y encontraron que, si bien reducía en gran medida los niveles de virus infecciosos en la leche, no los neutralizaba por completo.

De todos modos, los científicos advirtieron que debido a que los experimentos no replicaron el proceso de pasteurización instantánea completo, en el que se incluye un paso de precalentamiento, se necesita más investigación. Prater dijo que la FDA cree que sus experimentos se acercan más al método utilizado en el procesamiento comercial de la leche.

También en la lista de tareas pendientes de la FDA se encuentran estudios para medir la persistencia del virus en el queso a medida que envejece y pruebas conjuntas de muestras de leche cruda de lecherías.

Prater no dio un cronograma específico sobre cuándo la agencia tendría los resultados de esos estudios, pero dijo que espera tener la información en un futuro muy cercano.