La credencial del INAPAM también es identificación oficial
Por Sergio Mejía Cano
Cuando una persona llega a la etapa de la tercera juventud y acude a hacer los trámites para que se le otorgue la credencial del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), al momento de recogerla se lee en el acuse de recibo, entre otras cosas como descuentos en varias cosas, que dicha credencial sirve también como identificación oficial.
Sin embargo, en ninguna parte se acepta la credencial del INAPAM como identificación oficial, solamente en el transporte público federal, en el urbano, algunos restaurantes, etcétera; pero en bancos, tiendas departamentales o en otras dependencias gubernamentales o privadas en donde se requiera tener que identificarse para realizar cualquier tipo de trámites, para nada que se acepta como tal a pesar de que en la página de internet de la Secretaría de la Función Pública que, se identifica como Declara Net, dice que se aceptan como identificaciones oficiales el pasaporte vigente expedido por la Secretaría de Relaciones Exteriores, credencial para votar expedida por el Instituto Nacional Electoral (antes Instituto Federal Electoral), Cédula Profesional expedida por la Secretaría de Educación Pública, cartilla del Servicio Militar Nacional, expedida por la Secretaría de la Defensa Nacional, identificación oficial vigente con fotografía y firma expedida por el gobierno federal, estatal, municipal o del Distrito Federal que tenga impresa la CURP.
Entonces, como la credencial del INAPM la otorga el gobierno federal y según está documentado no pierde ya vigencia y además, trae impresa la CURP, no se explica que no se acepte como identificación oficial en ningún lado, pues por lo regular la identificación que se exige es la credencial del INE, supuestamente porque es más factible que la gente porte la credencial para votar que un pasaporte o la cédula profesional o cualquiera otro de los documentos autorizados.
Sin embargo, la credencial para votar es más bien para eso: para votar, porque al traerla diario ya sea en la bolsa del pantalón o una mujer en su bolso, en la cartera, etcétera, dicha credencial se va deteriorando inexorablemente o en su caso, se puede extraviar o hasta ser robada u olvidada en alguna ventanilla en donde se ocupó para realizar algún trámite burocrático o no, al efectuar un pago y ahora, hasta para enviar dinero por cualquiera de las tiendas o en las oficinas de Telecom que ofrecen el servicio de envío o giro de dinero.
Así que en caso de extravío, robo, olvido, etcétera, tener que ir a realizar el trámite para la reposición de la credencial para votar, en ocasiones se convierte en un viacrucis, sobre todo para los adultos mayores, pues de prácticamente todos los ciudadanos han experimentado que ir a sacar la credencial para votar ya sea por vez primera o por reposición al haberse vencido su vigencia o por robo o extravío, puede significar algún tipo de problema para quien tiene que solicitar su credencial para votar, y más, si es para reposición porque se exige en las oficinas del INE que tiene que llevar el solicitante por lo menos dos testigos, comprobante de domicilio, la clásica acta de nacimiento actualizada o que sea perfectamente legible y además, tener que esperar un tiempo de espera para ser atendido en las oficinas del INE, porque es muy común que casi siempre haya buena cantidad de personas haciendo su trámite respectivo; y además y por si fuera poco, varios días para que le sea entregada la dichosa credencial para votar.
Se entiende que para la gente menor a los 60 años de edad podría no ser tan fatigoso realizar dichos trámites para adquirir la credencial para votar, aunque se dan casos de personas que, por cuestiones de alguna enfermedad o incapacidad física, también se les hace un poco dificultoso, aparte de que algunas de estas personas tienen que pedir permiso en su lugar de trabajo para poder realizar los trámites correspondientes, teniendo que perder a veces todo el día.
Sin embargo, para los adultos mayores sí que es un verdadero sacrificio cuando se trata de la reposición de la dichosa credencial para votar. Así que algo se tendría que hacer en el Legislativo para que se permita a los adultos mayores presentar su credencial del INAPAM como identificación oficial, lo que es por ley, aunque no se reconozca como tal. Pues es necesario que los legisladores estatales comprendan que para los jóvenes de la tercera edad puede ser más propenso que pierdan su credencial para votar trayéndola diario en su bolso o cartera.
Sea pues. Vale.