Nadie de los mexicanos de ambos sexos estamos exentos de sufrir atentados

Por Sergio Mejía Cano

Con el reciente asesinato del señor, Milton Morales Figueroa, comisario de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, hecho ocurrido en Coacalco, estado de México, queda demostrado una vez más que nadie está exento de sufrir algún tipo de atentado.

Todos los mexicanos de ambos sexos estamos propensos a que en determinado momento seamos víctimas de algún hecho delictuoso; claro que mientras no se pierda la vida y que fueran puras pérdidas materiales, todo estaría bien. Sin embargo, ya tiene tiempo en que, cuando alguien sufre un asalto y a pesar de no oponer resistencia, de todos modos, él o los asaltantes lo llegan a lesionar ya sea a balazos o con arma punzocortante, lo que a veces llega a costarle la vida a la víctima; tal vez aplicando aquella nefasta máxima de, te robo y te mato.

También últimamente se han incrementado los ahora llamados feminicidios que se han dado por lo regular en vehículos de las neo plataformas de servicio de taxi; pero también agresiones de las parejas sentimentales, parientes y hasta viles desconocidos, pues se han dado casos de que en calles solitarias varias mujeres que caminan solas son atacadas no nada más para asaltarlas o robarlas, sino hasta con intensiones de violación, lo que algunas veces llega a suceder.

El problema es que todo esto de la inseguridad se le achaca al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, la violencia entre la población ha estado presente desde siempre en nuestro país; si ahora se ha incrementado esto se debe precisamente a que también la población a crecido mucho, hoy en día hay más gente en nuestro México lindo y qué herido, por lo que no se puede culpar nada más a la actual administración federal, ya que si ahora se conocen muchos más casos de asesinatos, asaltos, robos, desapariciones, secuestros, etcétera, esto se debe a que actualmente los medios informativos tienen más medios a su alcance para dar a conocer la mayoría de los hechos delictuosos; y además, he ahí las redes sociales en donde la mayoría de las veces se suben a dichas redes hechos que están sucediendo prácticamente en vivo o con unos pocos minutos de haber sucedido.

En las redes sociales corren infinidad de noticias, falsas o verdaderas a una velocidad vertiginosa, tan así, que al día siguiente ya la mayoría de la gente está enterada y a veces más de como se informa en la nota roja de los medios de información tradicionales, ya sea que se publiquen en portales de internet o en medios impresos.

En cuanto a la inseguridad que pende sobre todos los mexicanos, ya desde hace mucho tiempo alguien dijo que no es posible que cada ciudadano traiga o tenga un policía detrás; pero, aun así, también se ha dicho que cuando alguien está en la mira de otra persona para hacerle daño, lo podría lograr en determinado momento; creo que John F. Kennedy dijo algo parecido. Porque también se ha dicho que cuando un gato anda cercas los ratones no salen de su madriguera, pero una vez que se da la vuelta o se distrae, los ratones salen de su cueva a ver qué consiguen o hacen.

Y a propósito de eso de que cada mexicano trajera un policía cuidándole las espaldas, ha quedado demostrado y documentado que, aunque una persona traiga guardaespaldas, lo han llegado a alcanzar las balas. Así que volviendo al comisario asesinado en Coacalco recientemente, según se ha documentado que no contaba con protección personal a pesar del cargo que ocupaba, cargo en el que posiblemente llegó a pisar algunos callos debido a sus investigaciones, porque se ha dicho que Morales Figueroa logró llevar muchos asuntos a su cargo a buen fin, como la investigación que sufrió el comunicador, Ciro Gómez Leyva, así como el desmantelamiento de varias bandas delictivas asentadas en la Ciudad de México y otras investigaciones.

Se ha informado que el señor Milton Morales Figueroa estaba en su día de descanso el día que fue asesinado. Lo extraño es que de acuerdo a su cargo y las investigaciones que llevó y estaba llevando, ese día no traía guardia alguna, ¿por qué? Posiblemente porque se sentía sin culpa alguna al haber hecho nada más su trabajo, por lo que no esperaba ningún tipo de represalias; sin embargo, a la mejor fue víctima de alguien que aplicó aquello de que la venganza es un plato que fío sabe mejor; y esto porque alguien que se sintió lastimado en sus intereses o integridad física, se la guardó esperando el momento adecuado y cuando menos lo pensara la víctima o quién sabe.

Sea pues. Vale.