Poderosos grupos pretenden asustar con el petate del muerto de las reformas

Por Sergio Mejía Cano

Al parecer no nada más los grandes empresarios mexicanos se quedaron acostumbrados a la sumisión del Poder Ejecutivo del presidente, Miguel de la Madrid Hurtado a Enrique Peña Nieto, sino también gobiernos extranjeros y organismos financieros internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero aparte de esa costumbre, no les ha caído el veinte de que Los Estados Unidos Mexicanos conforman un país libre y soberano, más conocido a nivel local y mundial como México y que por lo mismo, no está supeditado a los dictados de esos gobiernos extranjeros y organismos financieros internacionales.

El problema estriba en que también hay muchos mexicanos que ahora les extraña el actual del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien en cierta forma les ha puesto un alto a esos dictados de todo tipo, pues está documentado que esos gobiernos y organismos financieros fueron los artífices para las reformas en educación y laboral; ya que en su momento, cuando se le rechazó al entonces presidente, Vicente Fox una reforma educativa que había enviado al Congreso de la Unión, era la misma que en su momento también había presentado en determinado momento su antecesor, Ernesto Zedillo Ponce de León.

Y lo mismo sucedió con la reforma laboral en donde se le pretendía dar más poder al sector empresarial, como aquella disposición del pago por horas y pagar nada más un año de sueldos caídos en caso de que se le diera la razón a trabajadores despedidos sin causa justificada, así hubiesen pasado varios años esperando la resolución a sus demandas laborales. Incluso eso de las afores se tomaron como ejemplo la imposición que se dio en Chile y en sí, el manejo financiero de todo tipo, poniendo de pretexto las arcas magras gubernamentales por lo que no se podían sostener más las pensiones que otorgaban en el sector público, de Salud y de Educación.

No por nada ahora son muy pocas las empresas que ya no jubilan a sus empleados, salvo la Comisión Federal de Electricidad, Pemex, el Sector Salud, una parte del magisterio y otras, probablemente; pero la mayoría, si no es que todas las demás empresas ya no jubilan a sus trabajadores con el cuento de que para eso se crearon las famosas afores y se acabó.

Y a propósito del Sector Salud, tal vez por lo mismo se reformaron sus leyes de pensiones, como en el IMSS en donde antes para poder recibir una pensión los trabajadores tenían que contar con una cotización de 500 semanas, de acuerdo con la ley de 1973; sin embargo, con la reforma de 1997, dichas semanas se aumentaron a 1250 cotizadas y, si bien se volvió a reformar el número de semanas a 750 e ir aumentando paulatinamente hasta convertirse en 1000, ahora para la mayoría de los trabajadores les será muy difícil cumplir o poder cotizar aunque sea 750 semanas debido a que muchos patrones o empleadores no aseguran a sus trabajadores o los despiden o los dan de baja, etcétera, pero también mucha gente cambia de empleo constantemente y al ver que los salarios son muy bajos, algunos mejor se dedican a la economía informal, por lo que tal vez nunca lleguen a tener o contar con una pensión ya sea por cesantía o por vejez al no estar asegurados. Aunque ahora hay quien les sale con el cuento que ahí está la pensión de bienestar que les llegará al cumplir los 65 años de edad; pero ¿quién le podría asegurar a alguien más los años de vida que le queden?

Y a propósito de los presidentes mexicanos sumisos a gobiernos extranjeros y organismos financieros internacionales, se ha dicho desde hace muchos años y el periodista Francisco Cruz Jiménez, en su programa en YouTube, “Video charlas cruzadas”, de que los presidentes Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y hasta José López Portillo, eran informantes de la CIA; sin embargo, y aunque así fuera, bailaban uno que otro son que les dictaran los gobiernos gringos; sin embargo, de Miguel de la Madrid a Peña Nieto, bailaron al son que les tocaron acatando todos sus dictados.

Una prueba palpable es que ahora muchos de los bienes de nuestra depauperada Nación ya están en manos extranjeros nuevamente; empresas nacionales consideradas desde siempre como áreas estratégicas para el desarrollo de nuestro país como los ferrocarriles, minas, puertos y aeropuertos, la Banca, etcétera.

Afortunadamente lo que no pudieron entregar completamente fueron Pemex y la CFE, pero poco les faltó. De ahí que pretendan asustar con el petate de la reforma al Poder Judicial.

Sea pues. Vale.