Las erupciones solares son potentes explosiones de energía que pueden afectar a las comunicaciones por radio, las redes eléctricas y las señales de navegación

La NASA ha detectado una potente llamarada solar emitida por el astro este martes 1 de octubre, que podría provocar en las próximas 48 horas una tormenta geomagnética en la Tierra. Este fenómeno puede producir intentas auroras boreales en zonas donde no es normal vislumbrarlas.

Esta llamarada, clasificada como X7.1, es la segunda más intensa registrada este año. En su definición, la NASA establece la clase X para las llamaradas más intensas, mientras que el número proporciona más información sobre su potencia.

Las erupciones solares son potentes explosiones de energía que pueden afectar a las comunicaciones por radio, las redes eléctricas y las señales de navegación, y suponer riesgos para las naves espaciales y los astronautas.

Las auroras polares (boreales y australes) se producen por la interacción con el campo magnético terrestre del flujo de partículas cargadas emitidas por el Sol en ciclos de máxima y mínima actividad que duran unos 11 años.

Desde finales de 2019, nuestra estrella ha entrado en el ciclo 25 (calculado a partir de 1755) y está ascendiendo hacia el máximo del ciclo que se alcanzará en la segunda mitad de 2025. Cuanto más se acerca el máximo del ciclo, más aumenta el número de manchas solares y las llamaradas asociadas.