Un investigador de la Universidad de Hawái afirma haber descubierto una nueva especie humana llamada Homo juluensis, que incluye grupos misteriosos como los denisovanos, parientes apenas aún conocidos.

Por: Agencias

Madrid, España; sàbado, 30 de noviembre del 2024.-  El profesor Christopher J. Bae, del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Hawái en Manoa, ha estado estudiando a los antepasados humanos en toda Asia durante más de 30 años.

Su reciente investigación, publicada en Nature Communications, ayuda a aclarar parte de la confusión sobre los diferentes tipos de especies antiguas similares a los humanos que coexistieron en la región durante el Pleistoceno medio tardío y el Pleistoceno tardío temprano, un período de aproximadamente entre 300 mil y 50 mil años atrás.

El Homo juluensis vivió hace aproximadamente 300 mil años en el este de Asia, cazaba caballos salvajes en pequeños grupos y fabricaba herramientas de piedra y posiblemente procesaba pieles de animales para sobrevivir antes de desaparecer hace unos 50 mil años.

Se propuso que la nueva especie incluyera a los enigmáticos denisovanos, una población conocida principalmente a través de evidencia de ADN de unos pocos restos físicos encontrados en Siberia y unos pocos fósiles encontrados en el Tíbet y Laos. Se necesita más investigación para comprobar esta relación, que se basa principalmente en similitudes entre fósiles de mandíbulas y dientes de estos diferentes yacimientos, según un comunicado sobre el estudio.

Bae atribuye el avance a una nueva forma de organizar la evidencia fósil. Con su equipo ha creado esencialmente un sistema más claro para clasificar y comprender estos antiguos fósiles humanos de China, Corea, Japón y el sudeste asiático.

“Este estudio aclara un registro fósil de homínidos que ha tendido a incluir cualquier cosa que no se pueda asignar fácilmente al Homo erectus, Homo neanderthalensis o Homo sapiens”, dijo Bae. “Aunque comenzamos este proyecto hace varios años, no esperábamos poder proponer una nueva especie de homínido (antepasado humano) y luego poder organizar los fósiles de homínidos de Asia en diferentes grupos. En última instancia, esto debería ayudar con la comunicación científica”.

Este trabajo es importante porque ayuda a los científicos (y al resto de nosotros) a comprender mejor la compleja historia de la evolución humana en Asia, llenando algunos de los vacíos en nuestra comprensión de nuestros parientes antiguos, según los autores.