lucidez y los rostros de los años, de alumnos y tantos viajes a
California para llevar la cultura a los coterráneos.
Ya su alma, el espíritu vuela a los parajes de las clavellinas, del
ensueño, a los brazos de calor humano que le prodigó nuestra
arcilla, el fuego de obsidiana y la luz del valle como la primera vez.
Maestra Alejandra Estrada Corro, siempre presente, sus huellas
perdurables.
La maestra Alejandra era la encargada de una de las materias que
más me gustaban. Tenía mi libro para lengua y literatura siempre
listo y lo leía en mi casa, pero por algunas razones de que atendía
la dirección, no la abríamos siempre. Llegaba al salón de los
bancos y mesas inclinadas, muy solemne y con buena dicción. Era
la representación del orden y ante algún ruido rudo nos ponía
punto malo y aquellos que eran cuidadosos y sentarse un punto
bueno. Nos dijo que mañana traeríamos un trabajo manual. Se me
olvidó o no pude hacerlo. Antes de irme a la escuela veo que
arriba de la televisión está un perrito azul hecho de felpa y
alambre que realizó una hermana durante su estudio de la Normal
de Ciudad Guzmán. Para salvarme de los puntos malos me lo
llevé. Pasaron las horas y nos toca con la maestra. Después pasan
los minutos y antes de que llegara la hora de salida, nos preguntó
por medio de la jefa de grupo Paty Leaño, si lo habíamos
elaborado. Muchos sí pocos no. “Guzmán Arce, pase al frente y
diga los materiales que utilizó y su fabricación de este perrito azul
que está muy bien hecho”. Se me heló la sangre, caí en un abismo
y tragué saliva como si fuera un río incontenible segregado. Me
levanté sin saber qué decir. Me agarró en el aire. Aquí estoy
frente a todos con su veredicto ante la mentira y el engaño. Iba a
iniciar cuando suena el timbre de la salvación. Nos dijo la maestra
que en la siguiente sesión explicaría. Nos cambiamos de salón
para irnos a formación cívica. Lo dejé en el resguardo de la butaca
y se me olvidó por los nervios para llevármelo a la casa. Me lo
robaron y llegó la siguiente sesión de lengua y literatura. Quería
morirme. La buena noticia es que también a ella se le olvidaban
las cosas y ya nunca me preguntó. Para tener un escudo de
seguridad y nunca me pasara al frente de nuevo, el siguiente
trabajo agarré lo más feo que estaba en la decoración de la
pequeña sala. Era unos palos forrados con estambre y
representaba el arte surrealista. Para hallarle forma tuve que
inventar que era una antena de televisión.
La maestra nació en San Vicente y residió en La Hacienda de
Chilapa, ambos del Mpio. De Rosa Morada, Nayarit, el día 29 de
marzo de 1924, sus padres fueron Liberato Estrada Meza y su
madre Eligia Corro Domínguez, estudió en la Esc. Normal Rural de
Zacoalco de Torres, Jal. Fue una maestra muy destacada, trabajó
en las escuelas primarias Narciso Mendoza y Josefa Ortiz de
Domínguez y de esas mismas fue directora, estudió Geografía en
la Normal Superior de México y Lengua y Literatura en la de
Nayarit, por lo que también fue directora de la Secundaria
“Amado Nervo”, líder sindical, cofundadora de la Secundaria, el
CEBTIS # 27 y la escuela Preparatoria # 6. En el año “Internacional
de la Mujer” de 1975 fue declarada “La Mujer del Año”, fue varias
veces Regidora y llegó a ocupar muchos puestos de importancia
en la educación, fomentó el folclor nacional a pesar de sus años ya
que por mucho tiempo y hasta su fallecimiento fue la directora
del Ballet “Francisco González”, en el año del 2012 obtuvo la
Medalla al Mérito “Gral. Eulogio Parra”, que otorga el municipio
de Ixtlán del Río, muere el 11 de febrero del 2018 en Guadalajara,
Jal. Y fue sepultada en el panteón municipal Hidalgo de esta
ciudad.