RIGOBERTO GUZMÁN ARCE

                                   EDIFICIO BELLO CON HISTORIA 

                                                    1 DE 3 PARTES

Por un día le fallé al director de la secundaria general “Lázaro Cárdenas del Río”, clave 18DES0065Z, Pedro Roberto Velazco Ortiz que como amante de los recuerdos escudriñados me cuenta con la riqueza y emociones de la historia que tal parece que estuvo allí, algo que me identifica con él sin estridencias y exhibicionismos. Reservado en la mayoría de veces, pero nomás le pregunta uno sobre el edificio que ocupa esta escuela histórica y que se lanza a una aventura de vida, de datos, fechas, momentos que me contagia y aunque intento llevarlo a mis preguntas como brújula me sobrelleva y voy entre sus testimonios y las investigaciones que hasta ya estamos agregados en Facebook. Documentos de 1896 certifican que una persona que llevó por nombre Rafael Ortiz Jaime, quien era arriero, fabricante de vino mezcal; dueño del rancho San Quino y autoridad política, era poseedor de esta finca. La viuda Jesús B. Parra, quedó como propietaria de las fincas urbanas y rústicas la cual esta esquina y la de enfrente, donde vive Rocío González; se la vendió a Miguel Ocampo quien por medio de un pacto de retroventa, una especie de comodato que duraba tres años pagando intereses al propietario, posteriormente el dueño original podía volver a quedarse con la propiedad y así sucesivamente. Enseguida los dueños fueron Los Sánchez Monteòn. Francisco L. Sánchez, la L significaba  Lucas cuyo nombre no le gustaba, abuelito de la maestra Clementina; le vende la propiedad a Jesús Parra originario de La Estancia de los López. Al morir este personaje, la viuda se casa con Espiridiòn Ramírez que intentando trascender, remodela la finca de pilares y pasillos con su patio central y sobre todo deja en el herraje de la puerta interior sus iniciales que observo al entrar. La puerta de madera principal se conserva ancha porque entraban caballos. Al morir don Espiridiòn una sobrina remata la casa y en una serie de ventas posteriores llega al dominio del señor Ayala, padre de Rogelio y “El Güero” quien tenía una tienda. Se la vende al gobierno del estado por la cantidad de cuarenta mil pesos y el edificio era más amplio porque la casa del lado izquierdo donde venden pollo asado era parte de la venta y el gobernador Francisco García Montero cede la propiedad para que la secundaria por cooperación Amado Nervo tuviera por fin un espacio digno en su ambulantaje como, por ejemplo, en un local antes de la construcción del mercado rey Nayar. El patronato constaba de miembros honorables como los doctores Roberto Coronado y Guillermo Uribe y su primer director Moisés Sánchez Carvajal reciben las escrituras y una novedosa máquina de coser. Al dividirse la propiedad queda como se encuentra actualmente y la viuda aquella original solicita quedarse en esa casa contigua. Para impartir en la práctica la educación física el profesor Antonio Sánchez los citaba a las seis de la mañana en la cancha de basquetbol que estaba en el parque y ya a las siete entraban a clases. Llega el instante que se vuelve perpetuo con un nudo de nervios y esperanzas cuando se inaugura la institución educativa con la presencia del gobernador Francisco García Montero y el intelectual escritor Everardo Peña Navarro; en el mes de noviembre de 1958 y el edifico bello, reluciente y con la riqueza de su historia en aquel Ixtlàn cuando se respetaba la esencia de la cultura arquitectónica. Dos directores con cargo honorario Antonio Rolòn Esparza y Primitivo Fierros Aguilar, originarios del vecino estado de Jalisco, estuvieron laborando un tiempo hasta que la secundaria Amado Nervo ocupó el edificio exprofeso para ello, y en donde estaba el cuartel militar en 1967 abrió su puerta en ese espacio que abarca una cuadra. Al tiempo de nuevo este local fue utilizado para una noble causa, ya que por medio de diferentes gestiones y en vista que la Preparatoria de Ahuacatlán, que dependía del Instituto de Ciencias y Letras de Nayarit, tenía más alumnos de este municipio, lograron que funcionara en un local de la avenida Hidalgo, donde el negocio Gygors, que eran las oficinas del PRI. Después se ubicaron en lo que era una casa amplia, por la Allende, de pilares y su patio 82 central característico de la arquitectura de las grandes construcciones y que sería el centro de diversión por muchos años: el Apolo XI, actualmente Coppel.