Washington y Pekín acordaron reducir sus aranceles tras negociaciones en Ginebra
A partir del primer minuto de este miércoles 14 de mayo, entró en vigor una tregua arancelaria de tres meses entre Estados Unidos y China, luego de intensas negociaciones sostenidas el fin de semana en Ginebra, Suiza. El acuerdo representa una desescalada temporal en la guerra comercial entre ambas potencias, la cual había generado gran incertidumbre en los mercados internacionales desde abril.
En el comunicado conjunto, ambos gobiernos anunciaron la reducción de los altos gravámenes que se habían impuesto mutuamente. En cifras, Estados Unidos redujo sus aranceles a las exportaciones chinas del 145 % al 30 %, mientras que China hizo lo propio bajando del 125 % al 10 %.
Sin embargo, los analistas advierten que este acuerdo no representa una solución definitiva. Se trata más bien de un “alto al fuego” que podría no evitar nuevas tensiones. Una de las razones de la diferencia en los porcentajes arancelarios es la negativa de Estados Unidos a eliminar un 20 % adicional impuesto a productos chinos relacionados con el fentanilo, un punto crítico en las negociaciones.
Durante este periodo de tregua, se llevarán a cabo conversaciones paralelas. Por su parte, China anunció su intención de levantar represalias no arancelarias, como restricciones al acceso de tierras raras, la inclusión de empresas estadounidenses en listas negras comerciales y una investigación antimonopolio contra la compañía DuPont.
Aunque los mercados reaccionaron positivamente a la noticia, expertos advierten que la tregua no garantiza una reconciliación completa. Las tensiones estructurales entre ambas naciones, así como la presión de Estados Unidos sobre otros países para limitar sus vínculos comerciales con China, podrían generar nuevos episodios de fricción.
Washington y Pekín acordaron reducir sus aranceles tras negociaciones en Ginebra
A partir del primer minuto de este miércoles 14 de mayo, entró en vigor una tregua arancelaria de tres meses entre Estados Unidos y China, luego de intensas negociaciones sostenidas el fin de semana en Ginebra, Suiza. El acuerdo representa una desescalada temporal en la guerra comercial entre ambas potencias, la cual había generado gran incertidumbre en los mercados internacionales desde abril.
En el comunicado conjunto, ambos gobiernos anunciaron la reducción de los altos gravámenes que se habían impuesto mutuamente. En cifras, Estados Unidos redujo sus aranceles a las exportaciones chinas del 145 % al 30 %, mientras que China hizo lo propio bajando del 125 % al 10 %.
Sin embargo, los analistas advierten que este acuerdo no representa una solución definitiva. Se trata más bien de un “alto al fuego” que podría no evitar nuevas tensiones. Una de las razones de la diferencia en los porcentajes arancelarios es la negativa de Estados Unidos a eliminar un 20 % adicional impuesto a productos chinos relacionados con el fentanilo, un punto crítico en las negociaciones.
Durante este periodo de tregua, se llevarán a cabo conversaciones paralelas. Por su parte, China anunció su intención de levantar represalias no arancelarias, como restricciones al acceso de tierras raras, la inclusión de empresas estadounidenses en listas negras comerciales y una investigación antimonopolio contra la compañía DuPont.
Aunque los mercados reaccionaron positivamente a la noticia, expertos advierten que la tregua no garantiza una reconciliación completa. Las tensiones estructurales entre ambas naciones, así como la presión de Estados Unidos sobre otros países para limitar sus vínculos comerciales con China, podrían generar nuevos episodios de fricción.