La Administración Espacial Nacional de China ha confirmado que el próximo 29 de mayo se llevará a cabo el lanzamiento de la misión Tianwen-2, cuyo objetivo es recolectar muestras del asteroide 469219 Kamo’oalewa y traerlas de vuelta a la Tierra. El despegue se realizará desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, en la provincia de Sichuan, utilizando un cohete Larga Marcha-3B, que se encuentra actualmente en la fase final de preparación antes de ser cargado con combustible.

La nave Tianwen-2, compuesta por un orbitador y una cápsula de retorno, ha superado exitosamente las pruebas técnicas, el ensamblaje, la carga de propulsor y los ensayos conjuntos con el lanzador. También se han realizado simulaciones a gran escala con la participación de centros de control en Pekín y Xi’an, así como buques de seguimiento Yuanwang y estaciones terrestres, sin registrar contratiempos.

Se trata del primer intento de China por recuperar muestras directamente desde un asteroide, un hito significativo que podría aportar valiosa información sobre los orígenes del sistema solar. Kamo’oalewa, descubierto en 2016, es un cuasi-satélite terrestre, un pequeño cuerpo celeste que comparte la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Una vez que la nave alcance su destino, permanecerá varios meses en órbita realizando estudios detallados. Posteriormente, un brazo robótico extraerá regolito de la superficie del asteroide, y la cápsula de retorno se encargará de traer ese material a la Tierra para su análisis.

Esta misión forma parte de la ambiciosa estrategia espacial de China, que ya ha alcanzado importantes logros como el alunizaje de la sonda Chang’e 4 en el lado oculto de la Luna y el exitoso arribo del rover Zhurong a Marte. Con estos avances, China se ha consolidado como la tercera nación en lograr tanto un alunizaje como un amartizaje, junto a la Unión Soviética y Estados Unidos, según destaca la agencia EFE.

Además, el país mantiene operativa su estación espacial Tiangong, concebida para operar durante al menos una década. Esta plataforma podría desempeñar un papel clave en la exploración en órbita baja en el futuro, especialmente frente al eventual retiro de la Estación Espacial Internacional previsto hacia finales de esta década.