Según la ONU, unas 2 mil 300 personas se encuentran en el hospital Al Shifa, sin agua ni electricidad por la falta de combustible para alimentar los generadores.
El ejército israelí se retiró el miércoles al anochecer del hospital Al Shifa, el mayor de la Franja de Gaza donde miles de palestinos están refugiados, tras haber penetrado por la mañana en este complejo que, según Israel, sirve de base al movimiento islamista Hamás.
Según fuentes locales las tropas israelíes se retiraron y tomaron posición en torno al inmenso centro hospitalario de la ciudad de Gaza, en el centro de los combates entre los milicianos del movimiento islamista y el ejército desde hace días.
El miércoles temprano, decenas de soldados israelíes irrumpieron en el hospital Al Shifa, pidiendo que “todos los hombres de 16 años en adelante” saliesen “hacia el patio interior para rendirse”, según el reportero.
Los soldados israelíes fueron de habitación en habitación, disparando al aire, en busca de combatientes de Hamás. Unos mil palestinos salieron al patio y algunos fueron desnudados y cacheados en busca de armas o explosivos.
El reportero indicó que, antes de salir del hospital, los soldados dejaron medicamentos, alimentos para lactantes y botellas de agua.
Israel anunció que sus fuerzas realizaron “una operación selectiva y de precisión contra Hamás en un sector específico del hospital Al Shifa”. Washington, la Cruz Roja y la Organización Mundial de la Salud pidieron la máxima precaución con los civiles.
El ejército israelí afirmó que halló “municiones, armas y equipos militares” del movimiento islamista palestino Hamás en el hospital Al Shifa de la ciudad de Gaza, en el que intervino militarmente.
Tenemos la prueba de que el hospital estaba siendo utilizado con fines militares y terroristas, en contra del derecho internacional”, declaró a la prensa el portavoz del ejército, Daniel Hagari.
Hamás declaró que el presidente estadounidense, Joe Biden, era “totalmente responsable” del ataque, ya que Washington apoyó las acusaciones de Israel, afirmando que tanto Hamás como su aliado Yihad Islámica “operan un núcleo de comando y control desde Al Shifa”.
No dimos el ‘OK’ a sus operaciones militares en torno al hospital”, declaró a la prensa John Kirby, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, añadiendo que tales decisiones correspondían al ejército israelí.
Según la ONU, unas 2 mil 300 personas se encuentran en el hospital Al Shifa, sin agua ni electricidad por la falta de combustible para alimentar los generadores
El 7 de octubre, Hamás lanzó un ataque sorpresa en el sur de Israel en el que murieron unas 1.200 personas y otras 240 fueron secuestradas, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” al movimiento islamista, bombardeando a diario la Franja de Gaza. Más de 11.300 palestinos han muerto en esos ataques, incluidos más de 4.600 niños, según el ministerio de Salud de Hamás.
“No hay lugar al que no llegaremos”
La comunidad internacional se mostró extremadamente preocupada por los civiles atrapados dentro del hospital Al Shifa.
La protección de los recién nacidos, los pacientes, el personal médico y todos los civiles debe primar sobre todas las demás cuestiones”, escribió el responsable de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, en la red X.
La Casa Blanca había apoyado las acusaciones de Israel sobre los puestos de mando en el hospital, pero reiteró que “hospitales y pacientes deben ser protegidos”.
Testigos describieron las terribles condiciones dentro del hospital, con escasos suministros médicos y donde familias viven sin casi agua ni comida, entre el olor de cadáveres en descomposición.
El conflicto en Gaza es “una guerra contra la existencia de los palestinos”, declaró el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.
No hay lugar en Gaza al que no llegaremos”, aseguró por su parte el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometiendo eliminar a Hamás y traer de regreso a los rehenes.
La oficina del jefe de gobierno divulgó una carta en la que Sarah Netanyahu, esposa del dirigente, afirmaba que una mujer secuestrada por Hamás dio a luz en Gaza.
El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó el miércoles “con la mayor firmeza todos los bombardeos (…) contra las infraestructuras civiles que deben ser protegidas en virtud de nuestro derecho internacional y del derecho humanitario”.