El deslave fue provocado por recientes lluvias en el país asiático, destruyó numerosas casas y sepultó tres autobuses y una camioneta usados para transportar a los trabajadores de una mina de oro.
Los equipos de emergencia rescataron el viernes a una niña que estuvo casi 60 horas atrapada por un deslizamiento de tierra en un pueblo minero de Filipinas que mató a al menos 27 personas y dejó casi cien desaparecidos. El desprendimiento de tierra ocurrió el martes por la noche en el pueblo de Masara, en la isla meridional de Mindanao, la segunda más grande de Filipinas.
Este martes, las autoridades revisaron al alza el balance de fallecidos, que ya alcanza los 27. Además, 89 personas siguen desaparecidas desde la tragedia, que dejó 32 heridos. El balance anterior daba cuenta de 15 muertos, 31 heridos y más de cien desaparecidos. La niña rescatada, que según la Cruz Roja de Filipinas tiene tres años, fue hallada por los servicios de rescate, que cavan entre los escombros con palas y sus propias manos en busca de supervivientes.
Es un milagro”, dijo el encargado local de la agencia de gestión de desastres, Edward Macapili. “Esto da esperanza a los socorristas”, agregó.