Otro paso hacia adelante para conocer más sobre los agujeros negros, esos fascinantes monstruos astronómicos, cuya existencia quedó probada en las ecuaciones de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.

Desde entonces, mucho se ha avanzado en el conocimiento de los agujeros negros y un ejemplo de ello es que científicos de la NASA lograron recientemente examinar por primera vez la forma de su corona.

El hallazgo se consiguió con ayuda de la misión del Explorador de polarimetría de imágenes de rayos X (IXPE, por sus siglas en inglés), que ha ofrecido información “sin precedentes sobre la forma y la naturaleza” de esa estructura, escribió Beth Ridgeway, en un artículo de la agencia espacial estadounidense.

Y eso puede ayudar a la comprensión del rol de esa región “en la alimentación y el mantenimiento de los agujeros negros”, que se denominan así porque ni siquiera la luz puede escapar a su enorme gravedad.

“La corona es una región de plasma cambiante que forma parte del flujo de materia hacia un agujero negro, sobre la cual los científicos solo tienen un conocimiento teórico”.

Y es que, como sucede con la corona del Sol, la corona de un agujero negro es un área muy difícil de observar.

Explicación de la imagen:

La NASA señala que esta ilustración de material que gira alrededor de un agujero negro muestra la “corona”, una estructura que brilla intensamente en la luz de los rayos X.

“En esta representación, la corona se ve como una neblina púrpura que flota sobre el disco de acreción subyacente y se extiende ligeramente hacia el interior de su borde interno”.

“Su color púrpura es puramente ilustrativo, ya que sustituye el brillo de los rayos X que no sería evidente en la luz visible.

La deformación del disco es una representación realista de cómo la inmensa gravedad del agujero negro actúa como una lente óptica, distorsionando nuestra visión del disco plano que lo rodea”.