Para muchas personas, el sudor es una respuesta natural del cuerpo, pero para quienes padecen hiperhidrosis palmar, el exceso de sudor en las manos se convierte en un verdadero desafío diario que afecta su vida social, académica y emocional.
La hiperhidrosis palmar es una condición en la que la transpiración, en lugar de cumplir únicamente su función reguladora de la temperatura, se presenta en exceso y de forma constante. Según la dermatóloga Adriana Miranda, esta afección puede tener causas emocionales, como el nerviosismo y la ansiedad, pero también físicas, como enfermedades crónicas (por ejemplo, la diabetes), el consumo de alcohol, ciertos alimentos condimentados o picantes, e incluso algunos medicamentos.
Esta condición puede dificultar tareas tan básicas como escribir, usar dispositivos electrónicos, manejar herramientas o simplemente dar un apretón de manos. Quienes la padecen suelen evitar el contacto físico por vergüenza o miedo al rechazo. Así lo expresa Valeria, una joven deportista:
“Antes de cada competencia me sudan demasiado las manos, y más si traigo vendas, porque quedan todas mojadas. También me ha pasado cuando estoy nerviosa, que sudo tanto que hasta mancho los objetos o me da pena saludar.”
Aunque no es una enfermedad mortal, la hiperhidrosis tiene un impacto considerable en la salud física y mental. Así lo confirma Carlos Enrique, quien relata: “Sí conozco personas con este problema y muchas veces no quieren saludar. Ya en confianza me cuentan que están en tratamiento, incluso psicológico, porque realmente les afecta mucho.”
Según cifras de la Asociación Mexicana de Dermatología, al menos el 3% de la población mexicana podría vivir con esta condición, aunque muchos casos no son diagnosticados debido al desconocimiento y la estigmatización. Esto lleva a algunas personas a recurrir a remedios caseros como exfoliaciones con limón, sal o azúcar, lo cual puede resultar contraproducente. La doctora Miranda advierte: “Muchos de estos remedios no solucionan el problema y sí pueden irritar o quemar la piel. Lo mejor es acudir a un dermatólogo para recibir un tratamiento adecuado.”
La hiperhidrosis palmar no debe ser minimizada. Si bien no representa un peligro vital, su impacto en la calidad de vida es profundo, por lo que buscar atención médica especializada es fundamental para mejorar tanto el bienestar físico como el emocional de quienes la padecen.