La organización ciudadana El Poder del Consumidor (EPC) lanzó una advertencia sobre el consumo de las galletas Saladitas Gamesa, luego de detectar la presencia de un aditivo con posibles efectos cancerígenos y niveles elevados de calorías y sodio. Esta advertencia forma parte de su más reciente análisis nutrimental, en el cual insta a la población a reconsiderar la inclusión de este producto en su dieta.

Ingredientes preocupantes

El estudio identificó que las galletas contienen TBHQ (terc-butilhidroquinona), un conservador sintético asociado, en estudios con animales, con efectos adversos como alteraciones hepáticas, mutaciones celulares, cambios bioquímicos, afectaciones reproductivas y desarrollo de tumores. Aunque su uso está permitido en pequeñas cantidades, organizaciones de salud han advertido sobre la necesidad de una regulación más estricta debido a sus posibles riesgos a largo plazo.

Asimismo, las Saladitas incluyen jarabe de maíz de alta fructosa, harinas refinadas, grasas vegetales y saborizantes artificiales, ingredientes que han sido vinculados con enfermedades metabólicas y deterioro de la salud.

Exceso de sodio y calorías

Un paquete individual de 6 galletas (12 gramos) contiene 49 calorías y 184 miligramos de sodio. Aunque estos valores pueden parecer bajos, la densidad nutrimental por cada 100 gramos revela una cifra alarmante: 409 calorías y 1,529 mg de sodio, lo que supera ampliamente los límites establecidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-051.

Debido a estos niveles, el producto porta los sellos de advertencia “Exceso de calorías” y “Exceso de sodio”, obligatorios según la normativa vigente.

Riesgos a la salud pública

EPC destacó que productos ultraprocesados como las Saladitas Gamesa contribuyen al incremento de enfermedades como hipertensión, diabetes y obesidad, y que su presencia constante en hogares, escuelas y centros de trabajo representa un riesgo significativo para la salud pública.

La organización concluyó que es fundamental revisar el consumo habitual de este tipo de alimentos y optar por opciones más saludables que no expongan a la población a ingredientes potencialmente dañinos.